Disco Las Palmeras!: "Estábamos un poco hartos de nosotros mismos"
El grupo gallego busca abrir nuevos caminos con 'Cálida', su cuarto LP que es también su trabajo más pop
"Muchos cambios, algo menos de pelo, el hígado un poco más roto...". Así resumen Diego Castro (voz y guitarra), Julián L. Goicoa (guitarra) y Martiño Salgado (batería) cómo han llegado a este momento de su carrera. En cuanto a su grupo, Disco Las Palmeras!, asegura que están en un momento de cambio que empezó siendo tímido en Asfixia, su anterior trabajo de 2015, y que se ha agudizado enormemente con Cálida, el disco que lanzan mañana con el sello Sonido Muchacho.
"Todo empezó por estar un poco hartos de nosotros mismos y eso hizo que hubiera una pequeña revolución interna, una necesidad de abrir nuevos caminos. El principio fue difícil, pero una vez que tocamos las teclas adecuadas, todo fue sobre ruedas". Y el resultado se puede ver en su cuarto disco, del que hace unos meses ya adelantaron, como prueba de hacia dónde va ahora su sonido, el single Hoy.
El grupo se formó en Santiago de Compostela, y ahora tiene su base de operaciones en Vigo, a pesar de que Diego, que responde, trabaja en Madrid. ¿Cómo ve la escena musical, cada vez más inquieta, de su tierra? "Galicia evoluciona despacito en algunos ámbitos, pero sigue estando en la vanguardia en cuanto a creatividad, han cambiado caras, pero el hambre se mantiene intacta. Políticamente casi todo ha ido a peor, da la sensación de que los idiotas están al mando y se reproducen a una velocidad de vértigo". Vamos con las preguntas.
Son casi diez años de carrera, ¿cómo son vuestros recuerdos de aquellos primeros conciertos? ¿Felices o de pesadilla?
Quizá la pesadilla sería verlos ahora, pero en aquel momento era pura ilusión. Hemos aprendido mucho desde entonces y eso se nota, por supuesto. La ilusión incluso ha crecido, pero ya no es el único motor, ahora hay muchas más ganas de hacer las cosas bien y no cometer errores. De alguna manera hay una intención de buscar la excelencia, antes solo importaba pasarlo bien.
La escena musical ha cambiado bastante, han entrado nuevos géneros y nuevas formas de distribución, y vosotros os habéis adaptado, ¿dónde está el secreto para mantenerse?
No tengo ni idea, nuestra intención nunca ha sido adaptarnos, solo hacer lo que nos daba la gana. En ese sentido seguimos siendo los mismos, pero el hambre de hacer cosas mejores ha crecido, aunque odie la expresión para hablar de música, supongo que nos hemos profesionalizado. Tener un grupo es difícil, ya lo son las relaciones personales en sí, pero dentro de un grupo la presión puede hacer estragos. Quizá ahora nos tomamos las cosas con más calma, más concienzudamente, a parte de ser muy buenos amigos y querernos mucho entre nosotros.
Lanzasteis como adelanto Hoy, con un vídeo de Javi Camino e ilustraciones de Wences Lamas, ¿cómo elegís la gente con la que colaboráis?
Intentamos que sea gente a la que admiramos, gente que nos haga disfrutar con su trabajo, luego es muy sencillo: dejarlos trabajar. Intentamos que se vean con confianza y no nos metemos mucho a lo que vayan a hacer, esa es nuestra receta hasta el momento y estamos muy contentos con el resultado, por lo que no tenemos pensado cambiar. En realidad habíamos hablado on Javi, que ya había hecho el videoclip de Me la jugasteis en China, él quiso contar con Wences y nos pareció estupendo. Seguro que volveremos a trabajar con ambos.
Para grabar Cálida, vuestro nuevo trabajo, hicisteis las maletas y os plantasteis en Austin, para poneros a las órdenes de Erik Wofford, ¿qué buscabais en su trabajo?
En realidad todo fue bastante casual, nos llamaron para ir a un festival, el Ruido Fest en Chicago, así que pensamos en aprovechar la visita al máximo. Ya habíamos estado en el SXSW en Texas, pero no habíamos hecho nada más, esta vez queríamos sacarle todo el jugo.
Al principio íbamos a hacer una gira, pero no teníamos ganas de tocar para todos los camareros de Estados Unidos, así que pensamos en grabar, barajamos varios productores y el que mejor se adaptaba era Erik. Él ha trabajado con grupos como Black Angels o Exsplosions in the Sky, pero también con Bill Callahan, Daniel Johnston, M Ward y un millón de grupos más. Digamos que conocía de donde veníamos, pero también hacia los caminos que queríamos ir. También nos importó mucho su estudio, era lo que buscábamos: un equipo de primera con un backline de ensueño. Contactamos con él y nos puso todas las facilidades, así que cuando nos dimos cuenta estábamos en Austin en un estudio brutal con un productor aún más brutal. Fue un poco vivir un sueño que muchas veces habíamos tenido y que pensábamos que nunca iba a suceder.
Como decís, en su currículum figura Explosions in The Sky, el disco tiene un poco de esa épica del grupo estadounidense, pero adaptada al sonido de DLP...
En realidad nunca los citaríamos entre nuestras influencias. Quizá si haya algo de épico en este disco, aunque desde un punto de vista muy pop. No somos muy amigos de la grandilocuencia.
Quizá esa cierta épica proviene de los arreglos, hemos usado vientos y cuerdas, los primeros nunca los habíamos usado y las segundas apenas un violonchelo en una canción. Dan un aire más épico, pero sin pasarse, tenemos el detector de horteradas activado en todo momento (risas).
Vuestro sonido siempre ha estado muy ligado al shoegaze, pero en este caso también se notan influencias más pop: Bestia recuerda un poco a The Cure o Ensalada, a los Smiths...
Sin duda es nuestro disco más pop, pero pop en su más amplio espectro, no solo hay más influencias del pop, también del soul o del funk, si alguien nos escucha hoy por primera vez, no creo que nos catalogara como un grupo de shoegaze. No es que renunciemos a ello, pero teníamos una enorme necesidad de cambio y de experimentar con palos que nunca habíamos tocado. Es sin ningún género de duda nuestro disco más ecléctico.
¿Cómo ha evolucionado la banda a nivel musical desde vuestros inicios? ¿qué nuevas influencias se os han colado en este disco?
Al principio las influencias eran bastante evidentes, Jesus And Mary Chain, My Bloody Valentine, Sonic Youth... En realidad escuchábamos muchas otras cosas, pero nos centrábamos más en eso. Con el tiempo quisimos incorporar nuevas influencias, Stereolab, Slowdive, pero cada vez estábamos más hartos de encasillarnos y de que se nos encasillara. Escuchamos mucha música electrónica, rap, mucho pop y queríamos empezar a jugar con eso, Cálida es en eso un disco muy rupturista, durante su creación hablábamos de artistas como Curtis Mayfield, The Smiths, The XX, Beck, Spiritualized, The Velvet Underground, The Go! Team, o incluso Public Enemy o Dr. Dre. Aunque no hagamos muestras muy descaradas de ellos, todos están ahí.
Aunque sois gallegos, formáis parte de la nueva escena madrileña, ¿cómo la veis unos años después de su gran explosión?
Bueno, nuestro origen es siempre un tema complicado. El grupo comenzó en Santiago, luego nos fuimos a Sarria y ahora la base es Vigo. Los miembros del grupo somos cada uno de un sitio, Ju es de Vigo, Martiño es de Monterroso, pero vive en Santiago y yo soy de Sarria, pero vivo en Madrid, supongo que por esto último dices lo de la escena madrileña. La vivo muy de cerca, trabajo de técnico habitualmente con varios grupos (Tigres Leones, Los Punsetes, Los Nastys, Juventud Juché, Rusos Blancos, Templeton...) y soy amigo de muchos más, para mí es todo nuevo, no la había vivido antes, pero me da la sensación de una gran efervescencia, es como si en Madrid todo tuviera más importancia.
"Parece que la estupidez está ganando, es muy triste ver como se coarta la libertad de expresión y se intenta desde el estado amedrentar a cualquiera que quiera decir lo que piensa si eso no va con el pensamiento de los que mandan"
En Galicia hay una escena increíble, pero la distancia a los puntos neurálgicos de la música hace que todo sea como más pequeño y el desarrollo de los proyectos más artesanal y quizá lento, pero hay un talento enorme. En Madrid es todo más rápido, para alguien como yo casi da la sensación de que a veces es necesario parar un momento para coger aire, pero es tremendamente divertido.
Por cierto, como artistas y gallegos, ¿cómo habéis vivido el secuestro de Fariña? Un nuevo atentado a la libertad de expresión en la línea de lo que ha pasado en Arco o con el rapero Valtonyc.
Pues da entre risa y miedo. Como te decía antes, parece que la estupidez está ganando, es muy triste ver como se coarta la libertad de expresión y se intenta desde el estado amedrentar a cualquiera que quiera decir lo que piensa si eso no va con el pensamiento de los que mandan. Puede que no esté de acuerdo con cosas que se dicen en canciones, pero no son más que eso, canciones, muchas de las cosas que se cantan no serían censurables si estuvieran enmarcadas en una película (de momento), pero en la música o en la literatura sí. No tiene ningún sentido y estamos dando pasos de gigante hacia atrás. No hay más que ver como nos ve la prensa extranjera, que alucina de como estamos volviendo a la España más rancia y oscura. Es una vergüenza.
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