El mundo se tiraniza
Las dictaduras se consolidan y las democracias se debilitan. De las dictaduras de toda la vida, como la que protagonizó nuestro infausto generalísimo, poco hay que decir que no se sepa. Sin embargo, sí hay mucho que decir sobre los actuales sátrapas que alcanzan y se perpetúan en el poder disfrazados de demócratas.
Estos taimados y amorales personajes saben manejar hábilmente las instituciones, los modernos medios de comunicación y la propaganda política para fabricar afines y fieles a sus oscuras causas. De manera que, una vez arengados y fidelizados oportunamente con promesas falsas, medias verdades y orgullos patrios, los ciudadanos masa ya están preparados para el suicidio colectivo votando contra sus propios intereses. Pongan ustedes los ejemplos.
Las ideologías reaccionarias, xenófobas y totalitarias avanzan peligrosamente. Pero no tanto por la maldad o baja calidad intelectual y humana de sus líderes, que también, sino por el seguimiento borreguil de una ciudadanía sin criterio y cada vez más necia y deshumanizada.— Pedro Serrano. Valladolid.
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