Gigi Hadid cree que las redes sociales perjudican seriamente la salud
No es la primera vez que la modelo estadounidense publicita la ansiedad que le genera estar continuamente activa en Internet y decide descansar durante una temporada
Aunque tiene solo 22 años, Gigi Hadid sabe lo que es posar como modelo de marcas de primera línea desde los tres años, cuando Paul Marciano la descubrió y la contrató para la publicidad de Baby Guess y Guess Kids. Y, precisamente porque se mueve en este nuevo mundo en el que las redes sociales son una nueva herramienta de trabajo, conoce bien sus ventajas e inconvenientes. Como la mayoría de los jóvenes de su edad, es fanática de estas plataformas y las utiliza a conciencia. En alguna entrevista ha llegado a decir: “Los diseñadores valoran cuántos seguidores tienes antes de decidir si cuentan contigo. Ser activa en Instagram es una de las partes más importantes de la labor de la embajadora de una marca. Las firmas buscan un rostro que se identifique (y se relacione) con el público al que quieren atraer”.
Pero tenerlo tan claro no evita que no conozca los peligros de llevar una vida fanática en Redes. Por eso en uno de los desfiles que se están desarrollando esta semana en París para presentar las colecciones del próximo otoño-invierno, la modelo mostró su móvil protegido con una funda que compartía un claro mensaje: “Las redes sociales perjudican seriamente la salud”.
No es la primera vez que Hadid expone abiertamente algunos de los efectos negativos de estar pendiente de forma adictiva de Internet. En 2016 ya lo expresó en más de una ocasión: “Todos nos vemos afectados por la presión que ejercen las redes sociales. Somos humanos. Jamás negaré que me afecta”, dijo entonces. Y ese mismo año, y también en 2017, se tomó vacaciones temporales de las redes sociales “porque es bueno para el alma”. Y no dudó en dirigirse indirectamente a sus seguidores (38,7 millones solo en Instagram) declarando en la revista People: “Voy a tomarme un descanso cuando me dé la gana y cuando regrese y lo comparta contigo, si quieres ser solidario y aun así seguirme, estaré muy agradecida por ello. Pero si vas a ser negativo o estar enojado porque durante un mes tuve que ser humana, quizás no quiero que me sigas”.
Gigi tiene a otras personas de su círculo que sienten como ella la presión de que su vida se encuentre constantemente en el punto de mira. Su propia hermana, Bella Hadid, también fue sincera hace poco sobre las exigencias de la industria y confesó que la presión para mantener sus apariciones en las redes sociales le provocaban ansiedad.
Algo parecido le ha ocurrido también a su mejor amiga Kendall Jenner, que en el reality Las Kardashians ha llegado a decir que viajar de un lado para otro durante el mes en el que se acumulan los desfiles de moda resulta demasiado para ella. “Han pasado muchas cosas el año pasado, empezando por el robo a Kim”, le dijo a su madre en una de las entregas del programa. “Luego me robaron, tuve acosadores. Es por eso que no me gusta salir tanto. Es por eso que no tuiteo, es por eso que no uso Instagram. Eso me da ansiedad también. Lo juro, es de lo más loco”.
Un mundo de contradicciones en el que Gigi Hadid reconoce el impacto de estas plataformas, especialmente Instagram, en su carrera: “Es una manera que permite a la gente conocernos más allá de una foto en una página web. Nos han dado la oportunidad de desplegar nuestras alas en muchas otras industrias, y eso es gracias a que la gente nos conoce. Empiezan a entender las diferentes facetas de nuestra personalidad y talento”, dijo en 2017 a la revista Vogue USA, cuando apareció por primera vez en su portada.
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