Sobreactuación
Cuando un actor exagera su interpretación decimos que sobreactúa: hace su personaje poco creíble y puede arruinar su papel en un drama. Forzando la gramática, el denominado lenguaje no sexista cae en el mismo error. El desdoble sistemático y, por ello, insufrible (“ciudadanos y ciudadanas”), el uso ignorante y artificioso de la marca de femenino (último hallazgo: portavoza) o el empleo del femenino plural para los dos géneros no añaden nada en favor de la igualdad, al contrario, diluyen lo que puede ser importante —mensaje, propuesta, argumentación— en el ridículo de la sobreactuación.— Hortensia García García. Ávila.
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