Los Obama vuelven al primer plano para presentar sus retratos oficiales

Barack y Michelle Obama volvieron al primer plano este lunes para presentar sus retratos oficiales en un museo de Washington. De acuerdo con la tradición, los Obama revelaron los cuadros que serán colgados en la Galería Nacional de Arte junto a los lienzos de los presidentes y las primeras damas anteriores. Solo la Casa Blanca recoge la misma colección de todos los exmandatarios estadounidenses.

Distendido y relajado, Obama celebró la pieza elaborada por el pintor Kehinde Wiley, al que el expresidente eligió para realizar la tarea. “Traté de negociar unas orejas más pequeñas y un poco menos de pelo gris, pero la integridad artística de Wiley no le permitió hacer lo que le pedí”, bromeó el anterior ocupante de la Casa Blanca. Con algún que otro mensaje político, Obama defendió la calidad del pintor y comparó su trayectoria a la suya: “Se crió con su madre, una mujer americana como la mía, y sin un padre, africano como el mío. Seguro que afrontó obstáculos similares a los míos. Yo lo hice con la escritura, él con la pintura”.

En su retrato, Obama aparece en traje y sin corbata, sentado en una silla de madera con un fondo de plantas verdes y flores propias de los lugares donde se crió: Chicago, Hawái y el continente africano. Para su elaboración Wiley empleó miles de fotografías del expresidente, que quería una estampa menos tradicional y seria que la de sus predecesores. El fondo, afirmó el artista, era reflejo del pasado de Obama.

Michelle, que ofreció unas palabras antes que su marido, elogió con la misma efusividad la labor de su artista, Amy Sherald. “Verán en ti la imagen de alguien que se parece a ellas pero ha llegado a las paredes de esta institución americana tan valiosa”, dijo la exprimera dama sobre el talento de Sherald, una pintora afroamericana de Baltimore, aludiendo a su poder para inspirar a las próximas generaciones.

En el retrato, Michelle aparece con una largo vestido blanco con figuras geométricas en distintos colores. Con una mano sobre sus piernas cruzadas y otra apoyada en su barbilla, la esposa del expresidente mira fijamente al espectador con rostro serio.

Los Obama eligieron a ambos artistas tras un proceso de selección exhaustivo. Wiley es el primer afroamericano en realizar este retrato tradicional en la política estadounidense.