Los límites del humor (o si acaso existen) es uno de los grandes temas culturales del siglo XXI, en un momento en que la indignación, la denuncia y el boicot es más fácil que nunca gracias a las redes sociales. El caso del 'gag' que nos ocupa, el de Martes y Trece, es notable al tratarse de una de las pocas ocasiones en las que el humorista se ha mostrado arrepentido de ese momento de su obra. En una parodia emitida en 1991 del programa 'Hablemos de sexo', presentado por la doctora Elena Ochoa en la misma época en RTVE, un Millán Salcedo disfrazado de mujer y con un ojo maquillado con un falso moratón afirmaba a cámara: "Mi marido me pega, me pega todos los días". Mientras, de fondo, se oían sonidos de risas enlatadas. 25 años después, el cómico reconoció en un programa de La Sexta que está arrepentido de aquel número. "Yo no lo veo, me abochorna. ¡Qué poca información teníamos hace 25 años! No me quiero quitar culpa, pero en las altas esferas de la televisión a todo el mundo le pareció bien. Pido disculpas". No es el único cómico que hizo humor con una situación tan grave: en un 'sketch' de Miguel Gila, el cómico aparecía con un cuchillo ensangrentado y musitaba: "Acabo de matar a mi mujer y no sé si he hecho bien o he hecho mal".
En la imagen, el dúo cómico Martes y Trece.