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15 relojes para acertar con el regalo del día de Reyes, según ICON

La revista masculina de EL PAÍS selecciona relojes de diferentes marcas, rangos de precios y para diferentes usos y situaciones con la vista puesta en el día más ‘regalista’ del año

Un empleado de la firma observa con detalle un reloj Tag Heuer Monaco.
Un empleado de la firma observa con detalle un reloj Tag Heuer Monaco.Getty Images

El universo de la relojería, al igual que otros, ha evolucionado al son de los nuevos avances tecnológicos de las telecomunicaciones, la aeronáutica y la microingeniería. Materiales más resistentes y mecanismos más sofisticados, sí, vale, pero al fin y al cabo todos dan la hora, que es lo que importa.

La última gran revolución en ese mundo viene de la mano de los smartwatches, conectados e híbridos, esos que se unen a los móviles a través de una app y realizan muchas de las funciones antes ubicadas en el smartphone (todo es smart…). Cachivaches inteligentes que compiten con los de toda la vida, ya sean cronógrafos, sencillos como una cuchara de té, clásicos y vintage. O también esos más atrevidos, llenos de color, porque uno tiene que alegrar su aspecto de cara al nuevo año.

Desde ICON, la revista masculina de EL PAÍS, seleccionamos para EL PAÍS Escaparate quince relojes de diferentes marcas, rangos de precios y para diferentes usos y situaciones con la vista puesta en el día de Reyes, la jornada más ‘regalista’ del año.

CONECTADOS

Llámele híbridos, o smartwatches, lo que usted quiera… porque uno no puede evadirse del siglo XXI. Es la tendencia del momento, le guste o no. Modernos ejemplares que se hermanan con su teléfono móvil. Los hay más básicos: notifican la llegada de correos electrónicos, controlan la música del smartphone, etcétera.

Pero deambulan por ahí otros que llegan a ser guardianes de tus horas de sueño, que miden los pasos que das al día y las calorías consumidas, ‘sacan’ fotografías e incluso puedes hablar con ellos y enviar mensajes de voz a tus contactos. Sin olvidar los que permiten personalizar las esferas y elegir entre infinidad de posibilidades (ya sean estéticas o funcionales).

1. Armani Exchange Connected

Las firmas del mundo de la moda sucumben a la atracción de la única joya que le queda al hombre por lucir con orgullo (el reloj). Dicho esto, desde hace unos tres o cuatro años se ha puesto mucho hincapié en las nuevas tecnologías (sin olvidar otros modelos más sencillos prêt à porter), como lo demuestra este Armani híbrido: se puede utilizar en modo analógico de toda la vida y al mismo tiempo (o no) aprovechar todas sus posibilidades conectables.

Da fe de las llamadas recibidas a través del teléfono y de los mensajes de texto de hasta seis contactos elegidos, controla la música del móvil, monitoriza el sueño, realiza fotografías e incluso enciende la sintonía del teléfono, una excusa muy utilizada para largarse de las reuniones (“perdón, tengo una llamada muy importante, ahora vengo”).

2. Skagen Hybrid

La personalidad de los diseños que provienen del norte de Europa es muy fuerte y bien definida. Alvar Aalto, Ero Saarinen, e incluso ¡Ikea! Líneas limpias, formas geométricas puras, sin ornamentos pomposos, naturalidad… En esta tradición se encuentran los relojes daneses Skagen, herederos en su estética de ese legado que ya es como una forma de ser.

Un ejemplo de ello es este Skagen Hybrid (smartwatch), con su elegante brazalete de malla milanesa y ese hipnótico juego de circunferencias de la caja, el bisel o los índices. Simetrías para la vista y un puñado de funciones conectables (atractivo juego entre lo clásico y lo nuevo): vigila tu actividad física, controla lo que duermes, te avisa de los emails que llegan... Casi como una madre pero en acero y esfera gris.

3. Diesel On Full Guard

La extravagancia y el atrevimiento de la firma Diesel se traslada a este modelo con musculosa caja de 48x54 milímetros Es un reloj de esos que llaman la atención, que absorbe las miradas, con esa esfera digital/analógica entre un ordenador y un juego de matar marcianitos. Poderoso, bajo su cristal azulado (los vaqueros de Diesel, claro) se perciben grandes índices, tres subesferas y una aguja tamaño XL, por no hablar de sus negros pulsadores.

Es como un móvil pero en su muñeca. Incluye notificaciones de contactos y redes sociales, asistente de google, maps, whatsapp, fit apps, permite hacer fotos, monitoriza el sueño y mucho más. Además, se puede customizar la esfera, responde mensajes por voz y contesta llamadas.

4. Fossil Q

Muchos smartwatches adoptan esa estética digital primitiva de los años setenta, aquella que hacía las delicias de nuestros padres (y de nosotros), pero dotados de las tecnologías actuales. Y ese es el malabarismo visual de este Fossil realizado en acero.

Sus capacidades ‘cerebrales’ e interactivas con el móvil al que esté conectado son incontables, como se espera de un ejemplar de estos. Seguimiento de actividad, alarma, notificaciones inteligentes, carga inalámbrica, actualización automática de hora y fecha, control de música, esferas personalizables, múltiples zonas horarias, sincronización inalámbrica, pantalla táctil, linterna LED y micrófono.

5. Michael Kors Grayson

Está claro que las firmas que desfilan por las pasarelas han virado, en su universo de los complementos, hacia los relojes inteligentes. Y la empresa de moda neoyorquina que fundara Michael Kors allá por el año 1981 no iba a ser menos. De sus talleres salen bolsos, ropa, zapatos… y relojes que comparten ciertas señas de identidad con los patronajes, aunque quizás, su aspecto es más comedido, menos rutilante (al menos en los smartwatches, como es el caso).

En acero, este ejemplar de la colección Grayson se atiene a las ‘normas’ de los conectados y proporciona información, muy legible, hasta decir basta: sigue paso a paso la actividad física, notifica los avisos entrantes, actualiza automáticamente la hora (en caso de que uno ande por otras latitudes), pantalla táctil personalizable, vigila el sueño, controla la música y se puede cargar de manera inalámbrica.

DEPORTIVOS

El ansia de poder medir hasta los tiempos más cortos es una constante en la relojería. Nacieron, o al menos se perfeccionaron, cuando alguien decidió que era necesario computar, con la máxima fiabilidad posible, varios tiempos al mismo tiempo. Es decir, en las carreras de coches, olimpiadas…

Aportan, además, un toque muy casual y a la vez denotan poderío, con esos dos pulsadores situados a ambos lados de la corona y las esferas repletas de otras más pequeñas que miden varios tiempos en minutos o segundos sin saltarse una décima de más. Además, cada vez son capaces de medir tiempos más cortos.

6. Bulova Cronógrafo Curv

Bajo esa piel tan sporty se oculta un árbol genealógico que se remonta a 1875, cuando Joseph Bulova (nació en la Bohemia, República Checa) abre en La Gran Manzana un taller-joyería en el que da rienda suelta a sus habilidades para manufacturar relojes de bolsillo, de mesa y de pared. Tras la Primera Guerra Mundial se dedicó también a los relojes de muñeca.

El Curv se aleja de los diseños más clásicos y atemporales y desciende de ese material tan empleado en la alta relojería, el oro rosa (no se asuste, este no lleva) que, aquí, combina muy bien con la correa negra. Tres subesferas que lo miden todo, una caja de 43 milímetros capaz de sumergirse hasta los 30 metros.

7. Lotus Chronograph

Como el negro nunca pasa de moda, este cronógrafo en acero se rinde a ese tono y lo aliña con dos subesferas (horas y minutos) y atractivos detalles en rojo. Aún hay más: el brazalete, que imita la señorial malla milanesa, atenúa sus fuertes rasgos deportivos y lo ennoblece.

Un tres agujas capaz de medirlo todo (o casi todo) de caja redonda de 43 milímetros e índices que combinan grandes numerales arábigos con índices de bastón (rectangulares). Con los dos pulsadores se controla su mecanismo de cronógrafo y se pone a cero la trotadora (segundero).

8. Montblanc Cronógrafo Automático

Sus apellidos lo expresan todo: es cronógrafo y automático (se carga con el movimiento de la mano). Eso sí, Montblanc son palabras mayores en el mundo de la alta relojería (por su precisión, fiabilidad, manufactura, movimientos, historia…).

Sorprende esa esfera plateada y blanca grabada en guilloché (fantástico trabajo artesanal) y esa combinación entre los índices y agujas doradas y el azul (utilizado en el segundero central y en los contadores de horas y minutos emplazados a las 12 horas y las 6 horas). Una pequeña esfera, a las 9 horas, indica los segundos. Un 43 milímetros que dispone de fecha a las 6 horas con una correa de piel negra que coordina de manera muy elegante con el acero de tono plateado.

9. Tissot Chrono XL 1853

El mundo de los cuadros de mando de la aviación ha influido a borbotones en la relojería de siempre. Para muestra, este Tissot crono con índices arábigos descomunales, de esos que los pilotos tenían que ver a la perfección en apenas un instante. Todo muy retro, acentuado por la correa pespunteada en piel marrón.

Lo de XL viene al pelo por el descomunal tamaño de la caja: 45 milímetros para no pasar desapercibido. Hay que reconocer cierta elegancia y buen porte en esa implementación de las tres subesferas y la pequeña ventana de fecha que se acurruca a las 4 horas. Sí, un deportivo, pero con ese toque vintage que tanto gusta.

CLÁSICOS

También están esos relojes de toda la vida: elegantes, sencillos, muy de dandy al que solo le importa ver la hora, sin más aditamentos. Modelos eternos. El primer reloj de pulsera fue el Santos de Cartier, y se limitaba a unas agujas que marcaban las horas y minutos (en algunos casos hasta los segundos). Desde entonces, las cosas han cambiado mucho, pero la esencia es la misma. Mínima función y efectividad.

Son, por así decirlo, la antítesis de los smartwatches, no solo por sus capacidades, sino también por su estética, que se suele asociar a cierta seriedad y venerabilidad. No haga caso, ¿Qué es un fondo de armario relojero sin uno de estos clásicos imperturbables? Además, la actual fiebre vintage los han vuelto a poner de moda. Resulta excitante ir vestido con un look sporty y llevar en la muñeca algo que recuerda a nuestros abuelos.

10. Calvin Klein Classic

Con CK ocurre más o menos lo mismo. ¿Cómo no va a plasmar la exitosa firma de moda sus líneas y esencias que constelan su ‘front raw’ en los relojes de la casa? A fin de cuentas, casi eliminado del ‘joyero’ masculino el alfiler de corbata y con las estilográficas sobresaliendo del bolsillo de la chaqueta en caída, ¡solo quedan los relojes! Y hay que dedicarse a ellos.

Este Calvin Klein no puede ser más escueto (con todo lo que lleva de bueno ese adjetivo). Horas y minutos de una legibilidad contundente. Límpido hasta decir basta: dos agujas y unos índices arábigos delicados y bien visibles. La correa en piel marrón le confiere una chispa juvenil maravillosa.

11. Festina

El cristal abombado retrotrae a los años cincuenta y sesenta, cuando no existían los teléfonos móviles para ver la hora y tener un reloj era de obligado cumplimiento y necesario para moverse por la vida. Puro estilo vintage apoyado también en esos índices y agujas doradas (con segundero situado a las 6 horas).

Correa de piel marrón con pespunte, esfera gris casi blanca y resistente al agua hasta los 30 metros. Pero, y es solo una recomendación, mejor no someterlo a la prueba de lanzarse al mar con él. Déjelo bien guardado en la mesilla de noche antes de zambullirse.

12. Hamilton Jazzmaster Viewmatic Auto

Seis décadas lleva ya la marca norteamericana Hamilton dedicada con ahínco al mundo del cine. Sus diseños han estado presentes en películas como Men in Black, Independence Day, El buen alemán, Killers o 2001: odisea del espacio (el propio Stanley Kubrick se puso en contacto con ellos para desarrollar un reloj de pulsera y otro de mesa futuristas para el filme).

Dicho eso, este ejemplar es un clásico renovado y muy actual (con correa de piel de avestruz y fecha a las 3 horas). Sigue los cánones de la sencillez: tres agujas bastan. Caja de acero de 44 milímetros y esfera gris antracita con índices aplicados con SuperLuminova (para ver la hora sin problema en la oscuridad).

13. TAG Heuer Monaco

¿Qué hace este reloj aquí si es un deportivo? Pues que el Monaco es ya mítico, es el que llevó Steve McQueen en el film Le Mans allá por el año 1971… y se convirtió en legendario, en un clásico ansiado por cualquier amante de los guardatiempos. De hecho, se pueden contar con la mano los relojes de los que cuelga el cartel de íconos de estilo. Y este es uno de ellos.

Ese azul petróleo de la esfera y la caja cuadrada de 39 milímetros (al mismo tiempo curva en los lados) tan maravillosos... Cronógrafo automático con corona a la izquierda, contadores blancos que sobresalen sobre el azul, ventanilla de fecha a las 6 horas e índices de las horas horizontales diamantados. Es hermético hasta los 100 metros.

JUGUETONES

Lo de juguetones es un mero concepto para englobar el abanico de relojes que nació al albur del ‘surgimiento’ del plástico como material apto para crear sillas, mesas, taburetes… y guardatiempos, claro. Colores vivos, mezclas de tonos con la imaginación por delante y soleados detalles cargados de simpatía e informalidad fuera de los raíles de la seriedad relojera.

La firma suiza Swatch marcó el camino. Tras sus huellas muchas son las marcas que aliñan la vida con colores vivos y cierto sentimiento naif: alegra la vista, el espíritu y proporciona una pizca de valentía al que lo lleva (y más si hay traje de por medio). Al principio puede dar coraje portarlos con empaque (y no, no es cuestión de niños), pero su capacidad de combinar con cualquier atuendo es fantástica.

14. Swatch Sistem51 Iron Fly

Esta firma salvó a la relojería ‘made in Suiza’ de sus gran crisis de los setenta y los ochenta ante la avalancha y el poderío de los digitales con sus modelos atrevidos, llenos de color, y dotados de pocas piezas, lo que los hacía (y hace) muy fácil de fabricar y a un precio apto para todos los bolsillos… las bonanzas del plástico.

Este es más contenido en florituras y colores, pero ese azul difuminado encandila y aporta alegría y cierta diversión informal. El nombre de Sistem51 responde a que es automático y tan solo tiene 51 piezas (toda una proeza). Caja de acero y correa de piel cuarteada.

15. Ice Watch

El diseñador belga Jean-Pierre Lutgen creó Ice Watch en 2007 con el objetivo de seguir la pista de las tendencias de moda del momento. ¿Su fórmula? Precios baratos y una paleta de colores para reírse del Pantone. Soleados, veraniegos, alegres y audaces.

Y sí, el azul es uno de los colores en boga (¿se han dado cuenta?). Realizado en silicona bicolor, ha sido creado por el diseñador de coches Pierre LeClerq. Es cronógrafo que viste sus tres consabidas subesferas.

*Todos los precios de compra incluidos en este artículo están actualizados a fecha del 3 de enero de 2018.

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