Padres primerizos: cómo afrontar los cambios de rutina en Navidad
Nuevos horarios, reuniones, regalos... Nuestro bebé vive en estas fiestas muchos cambios y emociones
Esta noche es Nochebuena, la primera para Martín y la primera para mí como mamá. Él todavía no es consciente de ello, pero yo lo pienso disfrutar mucho y quiero comenzar a contagiarle con las tradiciones familiares. En casa la magia de estos días nos vuelve locos. ¡Es una época tan especial!
También es cierto que Martín es muy pequeño y tengo muy claro que debo mantener sus ritmos y rutinas y no alterar sus costumbres demasiado con las reuniones familiares y los horarios descontrolados de estos días. Para él serán unas Navidades tranquilas.
Esta noche cenaremos en casa de mis padres, allí él tiene su cuna así que cuando tenga sueño tendrá un lugar cómodo donde descansar después de una buena sesión de revuelo familiar.
Incluso puede que llegue a ver a Papá Noel, es una tradición en mi casa esperar su llegada y, desde que mis sobrinos nacieron, adelantamos su llegada un par de horas para que todos juntos podamos abrir los regalos y disfrutemos de este momento tan emocionante.
No soy partidaria de mantener a los niños despiertos si no quieren, creo que debemos respetar sus tiempos y tratar de que no esté muy cansados, se alteren y finalmente no concilien el sueño.
Así que hoy antes de comenzar la cena familiar bañaremos a nuestro bebé, tal y como hacemos cada noche en casa. Martín ya sabe que después del baño llega la cena y prácticamente con el biberón se queda dormido.
Hoy seguramente como estará entretenido con unos y con otros cenará un poco más tarde e incluso después aguantará algo más despierto, pero estaré pendiente para acostarlo cuando me lo pida. Martín no perdona el sueño y cuando le vea que ya no puede más le llevaré a dormir.
Al año que viene vivirá una Navidad más consciente y disfrutaremos juntos de estos momentos mágicos. ¡Estoy deseando celebrar estas fiestas con su entusiasmo de niño!
Como os he dicho en mi casa nos apuntamos a todas las costumbres de esta época del año. Así que Martín ya tiene listas sus cartas para Papá Noel y los Reyes Magos. Toda la familia me ha preguntado qué regalar a Martín y en ese sentido soy partidaria de pedir cosas que se le gustan y le van a ayudar en su desarrollo.
¿Vosotras que habéis pedido para vuestros bebés?
Martín con 7 meses se entusiasma con los pequeños peluches, los que puede coger, morder, tirar y abrazar. Se vuelve loco con los libros musicales, los de las canciones tradicionales, el sonido del piano y los sonajeros. Si además éstos hacen las veces de mordedor, mucho mejor, porque así le alivian el dolor de la encías.
Y por supuesto no nos hemos olvidado de pedir a Sus Majestades de Oriente una pelota blandita, muñecos parlanchines y una manta gimnasio interactiva para que desarrolle sus movimientos.
Ha sido un niño muy bueno y seguro que le traerán todo.
Es muy importante que nos fijemos en qué les gusta a nuestros peques. Que observemos qué es lo que les atrae y con qué se entretienen jugando. Hay muchos juguetes pero no todos se adecuan a la edad o los gustos de nuestro bebé y eso no es bueno. Debe interaccionar con ellos y estimularlos para que su desarrollo sea lo más adecuado.
Y es que la ilusión de los niños en estas noches mágicas es algo que no se olvida y mí me gustaría revivir con Martín los nervios y la emoción de esperar, pasada la medianoche, los regalos de Navidad. En mi familia es un rito que respetamos.
Recuerdo con mucha nostalgia los preparativos de la noche de Reyes junto a mi padre y mi madre para dejarles un detalle para comer y beber. La cabalgata de la víspera y la indescriptible sensación llena de nervios de levantarme el 6 de enero y seguir el camino de caramelos que nos habían dejado desde la habitación hasta el salón para descubrir nuestro ansiado botín de nuevos juguetes.
Sin duda, es mi día favorito del año y a partir de ahora con Martín y sus primos Alicia y Marco lo volveré a vivir con aquella intensidad o más.
Hoy comienza nuestra primera Navidad juntos, un tiempo de compartir, de alegría y de generosidad. Os deseo que viváis estos días con la mejor de vuestras sonrisas, contagiados por las de vuestros pequeños, e iniciéis el nuevo año con ilusión, trabajo, salud y esperanza.
Aquí seguiremos en 2018. Este ha sido el mejor año de mi vida, el año en el que ha nacido mi mayor tesoro, Martín. Una experiencia que he podido compartir con vosotros. Os doy las gracias por la acogida que me habéis brindado y también por la paciencia que teneis esperando mis contestaciones porque el día solo tiene 24 horas y muchas veces no son suficientes. Todas me entendeis, ¿verdad?
Nos vemos en 2018. ¡Felices fiestas!
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