Una casetilla inteligente para ‘aparcar’ el perro

Los neoyorquinos tienen una pasión especial por los perros. Los llevan con ellos a todas partes antes que dejarlos solo en casa. Hay restaurantes y tiendas que permiten que las mascotas acompañen a sus dueños. Pero lo normal es que no dejen ni atarlos en la parte de sus aceras, porque entorpecen el tráfico de clientes o no quieren ir limpiando después sus cosas. La solución en la era de Airbnb y de Uber, meterlos en una casetilla inteligente que se activa con el teléfono inteligente.

La creadora de esta especie de aparcamiento para perros es de Chelsea Brownridge. La idea le vino de su experiencia con Winston, su mascota. Cuenta que les gusta explorar juntos la ciudad pero en sus paseos se topaba con el problema de que no siempre le dejaban entrar unos minutos en una tienda con su animal de compañía. Dog Parker está concebido, por eso, como una casetilla de alquiler temporal.

La emprendedora neoyorquina presentó su invención hace dos años y a los ocho meses empezó a instalar las primeras unidades por el barrio de Brooklyn. Hay muchos dueños, además, que no se atreven a dejar sus perros solos en la calle por temor a que se los roben. Es un problema cada vez mayor en la ciudad de los rascacielos. “Es una solución no solo conveniente, sino también segura”, señala.

Los dueños de los locales que participaron en el programa piloto dicen que los clientes que tienen perros pasan ahora más tiempo comprando, porque ya no tienen el estrés de salir corriendo a sus mascotas que dejaron fuera. Chelsea explica que el sistema está funcionando muy bien en los supermercados y las farmacias. El máximo que puede estar la mascota dentro es de tres horas.

La mascota debe estar debidamente vacunada para usar el servicio. Cada casetilla inteligente tiene su propio sistema de ventilación, sensores que controlan el estado del habitáculo, cámaras y un mecanismo automático que elimina bacterias. La instalación de la aplicación es gratuita y la tarifa es de 20 centavos de dólar por minuto, además de 25 dólares del abono anual.

Tener un perro es, como dice Chelsea, una gran responsabilidad. Su sistema, explica, quiere resolver un problema logístico con el que se enfrentan todos los días sus dueños al salir a pasear. “Un perro es feliz cuando se cansa”, señala, “necesita ejercicio”. La American Pet Products Association estima en 66.750 millones de dólares lo que se gastan al año los estadounidenses en sus mascotas.