Los tacos no son modernos
Decir tacos es una costumbre muy arraigada en la sociedad española que alcanza a todas las ideologías y estratos sociales. Están presentes en las conversaciones informales que mantenemos a diario, pero no los escuchamos en actos “políticamente correctos” como pueden ser las conferencias o las actividades docentes. Siempre me ha parecido que adulteran el lenguaje y abusar de ellos puede resultar chabacano. Unas veces se utilizan de manera jocosa para desprestigiar a alguien, o para no desentonar en determinados ambientes, aunque no vengan a cuento, y otras para insultar. En cualquier caso, me parece un error asociarlos a la modernidad. Nunca los escuché en mi entorno familiar cuando era niño y no he sentido jamás el deseo y la curiosidad de usarlos. Entre la juventud actual, lejos de desaparecer, se ha acentuado su empleo. Respeto a las personas que los utilizan, pero no me identifico con esa forma de expresión.— Javier Cordero Ruiz.Madrid.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.