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Tribuna
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Equiparación en marcha

Afrontar la equiparación salarial de manera inmediata y en un solo año, por más justo que sea, resulta imposible

Una agente femenina de la Guardia Civil en formación.
Una agente femenina de la Guardia Civil en formación. Cordon Press

Cuando el proyecto de Presupuestos para 2018 cuente con el respaldo necesario para ser aprobado, habrá comenzado el camino que culminará en breve en la consecución de la equiparación salarial, una justa reivindicación de la Guardia Civil y la Policía Nacional. Justa e histórica, puesto que la primera constatación de ella que tengo es una carta de 1990 de un sindicato policial al entonces ministro del Interior, el socialista José Luis Corcuera. Han pasado pues muchos años, casi 30, pero ahora ya está en marcha, solo le falta la fecha definitiva. Y para ello necesitamos el apoyo de todos los que la reclaman.

Entiendo que quien forme parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y esté leyendo estas líneas lo que espera es una descripción pormenorizada de estas mejoras salariales con cantidades y plazos concretos. Pero deben entender que, por responsabilidad y seriedad, eso no es posible hasta que esté todo acordado y fijado con los legítimos representantes de policías y guardias civiles, así como la manera de llevarlo a la práctica. Pueden tener muy claro que existe el compromiso del Gobierno de incluir las primeras partidas presupuestarias para ello en 2018. Y este compromiso se va a cumplir.

Una cosa es reivindicar las cosas desde la oposición y otra muy distinta es afrontarlas desde el Gobierno
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Sé perfectamente que lo esperaban antes y ese hubiera sido también nuestro deseo, pero en su día no fue posible porque cuando en diciembre del 2011 el Partido Popular llegó al Gobierno la realidad de las cuentas del país era aún mucho peor de lo esperado porque hubo quien se obstinó en negar una crisis que luego sufrimos todos los españoles. Entonces fue fundamental la actitud comprensiva, paciente y solidaria de todos los funcionarios públicos, entre ellos especialmente de las fuerzas y cuerpos de seguridad.

Por eso, y como ellos fueron unos de los que padecieron en primera persona sus consecuencias, estoy convencido de que sabrán entender que afrontar la equiparación salarial de manera inmediata y en un solo año, por más justo que sea, resulta imposible. Y no solo porque no exista disponibilidad presupuestaria, sino porque hacerlo de manera apresurada, y sin una adecuada planificación que garantice su cumplimiento, sería irresponsable y supondría una hipoteca para los años venideros.

Porque una cosa es reivindicar las cosas desde la oposición y otra muy distinta es afrontarlas desde el Gobierno. Y, sobre todo, porque para algunos parece muy fácil hablar, mientras que otros abogamos siempre por la responsabilidad y la coherencia entre lo que defendemos y lo que hacemos. No puede olvidarse que hay partidos que hoy llevan mociones al Senado sobre equiparación salarial cuando gobernaron muchos años y no la hicieron. Y partidos que intentan usar los legítimos derechos de policías y guardias civiles como munición política.

Por todo ello, con el máximo respeto y comprensión hacia la lícita y lógica reivindicación de los policías nacionales y los guardias civiles, que siempre he dicho que comparto, hoy reitero lo expresado en tantas y tantas reuniones con los representantes de sus sindicatos y asociaciones profesionales. Que cuando exista un acuerdo cerrado, con cantidades y plazos definitivos, para la equiparación salarial serán los primeros en saberlo. Para terminar les traslado un compromiso, un compromiso firme que empezarán a comprobar en 2018 gracias al Gobierno del Partido Popular.

Juan Ignacio Zoido Álvarez es ministro del Interior.

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