El mayor diamante sin color jamás subastado alcanza el récord de 28,8 millones de euros
Los especialistas tardaron más de 1.700 horas en crear la gema a partir de una piedra hallada en Angola
El mayor diamante sin color jamás subastado ha sido vendido este martes en Ginebra (Suiza) por 28,8 millones de euros (33,5 millones de francos suizos). El collar del que pende la piedra preciosa color D —totalmente sin color—, de 163,41 quilates y sin ninguna fisura, se ha adjudicado por un precio que ha alcanzado el récord absoluto para estos diamantes
La pieza, de la joyería suiza Grisogono, salió a subasta a un precio de 20 millones de francos (17,2 millones de euros) en un hotel de Ginebra.
El diamante —el mayor diamante de color D sin fisuras nunca subastado, muy poco frecuente— es uno de los más excepcionales jamás exhibidos por Christie's, según el responsable de joyas de la casa de pujas, Rahul Kadakia.
La piedra de donde se extrajo, de 404 quilates, fue encontrada en una mina en Angola y enviada a Amberes (Bélgica) para ser tasada y valorada. Posteriormente, fue tallada en Nueva York por diez especialistas que consiguieron cortar con láser y pulir la gema.
Tras once meses de trabajo, el diamante fue enviado al Instituto Gemológico de América para su certificación a finales de diciembre de 2016. En Ginebra, el diseñador de Grisogno, Fawz Gruosi, y su equipo crearon 50 diseños diferentes para el diamante.
A principios de febrero pasado, en el primer aniversario del hallazgo de la piedra, los creadores se decidieron por el diseño actual: un collar asimétrico que lleva en el lado izquierdo dieciocho diamantes con corte esmeralda y en el derecho dos filas de esmeraldas en forma de pera. El diseño es un guiño a la superstición de Gruosi, que cree que el verde significa suerte. A la joyería ginebrina le llevó 1.700 horas crear el collar, una labor que requirió el trabajo de 14 especialistas.
En la subasta hubo otra estrella, un diamante histórico colorado denominado El gran Mazarín, una gema ligeramente rosada, de 19,07 quilates, que fue adjudicada por 12,4 millones de euros (14,4 millones de francos). Esta gema, que ahora estaba en una colección privada, ha pertenecido al cardenal Mazarín (1602-1661), a Luis XIV de Francia, a Luis XV, a Luis XVI, a Napoleón I, a María-Luisa de Austria, a Luis XVII, a Carlos X, a Napoleón III, a Eugenia de Montijo, a Frédéric Boucheron y al barón de Derwies.
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