La exesposa del Aga Khan subasta sus joyas por 20 millones de euros

La princesa alemana Gabriela zu Leiningen tiene una envidiable y vasta colección de joyas compuesta por diamantes, esmeraldas, zafiros y rubíes. Buena parte de esta colección son regalos que su exmarido, el imán Aga Khan —líder espiritual de los musulmanes ismaelitas, uno de los hombres más ricos del mundo y gran amante del arte—, le hizo durante su matrimonio entre 1998 y 2004. Ahora, la princesa saca a subasta 46 de estas piezas, valoradas en más de 20 millones de euros. 

Una de las joyas más valiosas que sale a la venta —que se subastarán en la casa Christie's el próximo 18 de mayo— es un collar de Cartier de esmeraldas colombianas y diamantes, valorado en entre 2,2 y 3 millones de euros. Ella lo lució en 2004, en la cena previa al enlace de los entonces príncipes de Asturias, los actuales reyes Felipe y Letizia.

También se subastarán unos pendientes de rubíes y diamantes valorados en más de 88.000 euros, un collar de perlas naturales tasado en más de 400.000 euros... Y la joya de la corona: el diamante Pohl, de 36 quilates, engarzado en un anillo por Cartier que tiene un valor de 5 millones de euros,  un cuarto del valor de toda la colección que se subasta. 

"Además de su belleza, estas joyas encierran multitud de recuerdos de los capítulos más emocionantes de mi vida, repletos de color, de viajes y de maravillosos encuentros", explica la princesa a Christie's. "Me han aportado felicidad y satisfacción y espero que sigan trayendo lo mismo a sus nuevos propietarios". Se le ha visto lucir estas joyas en numerosas ocasiones, tanto a ella como a su madre. 

La princesa Gabriela, que es también abogada, primero estuvo casada con el príncipe Karl-Mich zu Leiningen durante siete años, periodo durante el que se convirtió en consejera de la UNESCO sobre temas relacionados con la igualdad y los derechos de las mujeres. 

En mayo de 1998 se casó con el príncipe Karim Aga Khan IV, el imán número 49 de la comunidad israelí. Durante su matrimonio, que duró seis años, el imán le regaló un gran número de joyas únicas que ella unió a su ya gran colección de piezas. Muchas de ellas son las que saldrán a subasta el próximo mes de mayo en Ginebra, por motivos que aún se desconocen.