Excursión

La noticia ha salido antes en más sitios (soy lento) pero yo me entero de la dadaísta cosa por el impagable Quim Monzó (soy fan), ese señor que acojona (soy miedoso) con su mirada oblicua de gafas de pasta y los zarpazos de seda (soy metafórico) que suelta en su columna en La Vanguardia. Un colegio público de infantil y primaria de Fuengirola, el CEIP Andalucía, tiene previsto llevar a sus alumnos de excursión. Hasta ahí, todo correcto.

La excursión es a El Corte Inglés. Ya no es todo tan correcto.

La cosa se critica sola. Los responsables del CEIP —de repente convertidos en jefes de planta en vez de en profesores— se lo tienen que hacer mirar.

Salvo que los locos bajitos de ese centro salgan de visita educativa siete u ocho veces al mes —que no parece— esto de ir a subir y bajar escaleras mecánicas al más grande de los grandes almacenes (¡qué inolvidable aquel eslogan de los setenta!) suena raro. No sé, hay museos, bibliotecas, iglesias, fábricas de yogur, ruinas, hasta los transatlántico que fondean en Málaga. Habiendo todas esas posibilidades formativas y apetecibles, ¿qué hacen los niños salivando en la juguetería de un megastore en la antevíspera de los Reyes? O a lo peor tiene demasiado sentido.

Lo mejor es la nota de queja de Francisco José Gutiérrez González, el director del cole, por las informaciones publicadas al respecto en prensa y en redes sociales: “El proyecto en cuestión se titula 'Visito el centro comercial' donde, como su nombre indica, todos los contenidos trabajados desde las diferentes áreas versan en torno a este centro de interés, incluyendo cuestiones como la educación para el consumo responsable”.

Ah, de que estamos a un mes para que estalle la campaña de compras navideña, la nota no dice nada.

¿Tarjeta o metálico, chiquitín?