Como desees
Se cumplen 30 años desde que conocí a una de mis primeras heroínas: Buttercup
Se cumplen 30 años desde que conocí a una de mis primeras heroínas: Buttercup. La princesa prometida vivía en una granja de un lugar llamado Florín y le gustaba molestar a su mozo, Westley. Él nunca se quejaba. Ante cualquier petición se limitaba a responder: "Como desees". Su particular manera de decir te quiero. Este breve preludio romántico daba paso a una maravillosa historia de aventuras en los acantilados de la Locura, el pantano de Fuego, el foso de la Desesperación. Los protagonistas eran el gigante Fezzik, el sibilino Vizzini, el pirata Roberts, el patán rey Humperdinck, el ya legendario Íñigo Montoya, tumatasteamipadrepreparateamorir. Todos hombres, menos una joven humilde capaz de saltar de un barco y nadar entre las anguilas chillonas o recorrer un paraje de arenas movedizas, ratas gigantes y pequeños volcanes. Siempre infatigable.
Años después me rencontré con Buttercup. Ahora se hace llamar Claire Underwood. Tiene otra vez delante a unos cuantos hombres. En vez de espadas, van armados de testosterona de despacho. Esa que ni siquiera tiene que desenfundarse, viene con el cargo. Robin Wright, la actriz que interpreta estos dos papeles separados por 30 años de machos en el poder, ha conseguido cobrar lo mismo que su compañero de reparto Kevin Spacey. En la ficción hasta ha conquistado la Casa Blanca.
Usted, ¿de quién se acuerda? ¿De una joven que solo fue princesa para hacer justicia o de un español borracho que repetía la misma frase una y otra vez? ¿A quién recordará: a un ambicioso candidato a presidente o una mujer igual de ambiciosa que fue capaz de caminar al mismo paso?
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