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Muere Jeremy, uno de los pocos especímenes de caracol zurdo

El molusco sufría una extraña mutación: tenía la espiral de su concha en el lado izquierdo

'Jeremy' (izquierda) y 'Tomeu' (derecha), la pareja de caracoles zurdos.Vídeo: Universidad de Nottingham
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El caracol Jeremy, un ejemplar extremadamente raro por tener la espiral de su concha en el lado izquierdo, ha muerto de viejo a los dos años en su casa de Nottingham, en el centro de Inglaterra. Por suerte, los científicos de la Universidad de Nottingham consiguieron encontrar a tiempo una pareja de su misma condición, Tomeu, con la que se estima que ha tenido 19 crías.

En octubre de 2016, el biólogo Angus Davison encontró en un parque de Londres a este ejemplar de caracol, que él mismo define como "uno entre un millón". Se trataba de un molusco que tenía la espiral de su concha en el lado izquierdo, al contrario que la inmensa mayoría de sus congéneres. Ese mes publicó su hallazgo con la esperanza de encontrar una pareja para el gasterópodo que tuviera la misma mutación en la concha. "He estado estudiando los caracoles desde hace 20 años y jamás había visto algo así. Estamos muy interesados en estudiar la genética de los caracoles para descubrir si es el resultado de una mutación espontánea o si se trata de un rasgo genético genuinamente heredado", explicó el doctor cuando dio a conocer a Jeremy

Pero la mutación de Jeremy produce algo más que un cambio en la posición de la concha. Buena parte de sus órganos internos, incluidos los genitales, cambian también de sentido, lo que impide que pueda reproducirse con sus semejantes con la espiral en el lado derecho. Era necesario encontrar a otro caracol con la misma condición que Jeremy para que se reprodujeran, y así estudiar cómo sus genes se transmiten a su descendencia. 

Los caracoles son hermafroditas, lo que quiere decir que no necesitan a una pareja para procrear aunque, por lo general, lo prefieren. Cuando comienza el cortejo, ambos ejemplares se ponen de acuerdo para escoger el rol que van a interpretar (masculino o femenino), y sus cópulas pueden durar hasta 12 horas.

La búsqueda de Davison tuvo sus frutos y consiguió el pasado mayo dos ejemplares con las espirales a la izquierda: Lefty, que vino desde la localidad de Suffolk, a 210 kilómetros al este de Inglaterra; y Tomeu, procedente de una granja de caracoles de Mallorca a unos 2.000 kilómetros de Nottingham. Sin embargo, Lefty y Tomeu decidieron copular entre ellos y tuvieron unas 300 crías. Parecía que la historia de Jeremy no iba a acabar bien, pero recientemente logró copular con Tomeu, que tuvo 56 crías. Se estima que unas 19 son de Jeremy, mientras que las demás serían de Lefty

Jeremy murió poco después de viejo —suelen vivir dos años—, sin tener oportunidad de conocer a su descendencia. Davison ha asegurado en un tuit que ha congelado el cuerpo del caracol y que su concha está ahora sobre su escritorio.

Todas las crías resultantes de este trío amoroso nacieron con sus conchas en el lado derecho. Según los investigadores de la Universidad de Nottingham, esto se debe a que las madres llevan en su ADN tanto la versión dominante como la recesiva de los genes que determinan la dirección de la espiral. "Solo los genes de la madre determinan la dirección de la espiral de la concha de los caracoles. Es mucho más probable que los bebés con la espiral a la izquierda aparezcan en la siguiente generación, o incluso en la otra", señalan los investigadores. 

A principios de este año, en una investigación publicada en la revista Current Biology, Davison y sus colegas de las universidades de Edimburgo, Alemania y Estados Unidos revelaron que habían descubierto el gen que determina si la concha de un caracol gira en sentido horario o antihorario. El mismo gen también afecta la asimetría del cuerpo en otros animales, incluidos los humanos. Jeremy y su prole podrían ser la clave para desentrañar cómo se colocan los órganos en el cuerpo y por qué este proceso a veces puede ir mal cuando alguno de los órganos principales cambian de posición.

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