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Tentaciones
MODAS

Cómo Sean Penn convirtió unas zapas de cuadros en icono de rebeldía adolescente

Surgidas de un concurso para ganar un viaje a Disneyland, las clásicas Vans 'Slip On' deben su éxito a un cúmulo de casualidades

El surfero descerebrado Eric Stoltz, interpretado por Sean Penn.
El surfero descerebrado Eric Stoltz, interpretado por Sean Penn.

Para muchos, los cuadros blanquinegros están íntimamente relacionados con la segunda ola del ska, aquella protagonizada por combos multirraciales que mezclaban elementos del punk blanco y del ska clásico que llegó a Reino Unido gracias los emigrantes jamaicanos. El ska sabía de corbatas, sombreros y zapatos, pero nada de zapatillas. La marca californiana Vans poco tenía que ver con aquella corriente que surgía a miles de kilómetros.

En los setenta, Vans propuso a sus clientes un concurso de diseño en el que el ganador, además de sus zapatillas, podría disfrutar de un día en un parque de atracciones Disneyland situado apenas a diez minutos de la tienda. Sí, hay diseñadores que cobran menos por sus trabajos... Una de aquellas zapatillas ganadoras colocaba un patrón de cuadros negros y blancos en la suela y alguien decidió plasmar el estampado en algunos modelos del momento, que empezaban a utilizarse para skate y BMX. La que pasaría a la historia por los cuadros es la Vans #98, una zapatilla básica sin cordones que luego sería rebautizada como Slip On.

A principios de los ochenta, Universal produjo una comedia juvenil que acabó convirtiéndose en una obra seminal e inspiradora para una nueva generación, Aquel Excitante Curso (Fast Times at Ridgemont High), que cumple 35 años. Allí estaban Sean Penn en el papel de surfero descerebrado, Eric Stoltz (que durante cinco semanas de rodaje fue el protagonista de Regreso al futuro), Forest Whitaker (en su segunda película, 24 años antes de su Oscar), Jennifer Jason Leigh (en su primer desnudo) o Nicolas Cage (con su apellido real que luego trató de esconder, Coppola). Hay pequeñas intervenciones de la hermana de Bruce Springteen (por entonces novia de Sean Penn) y Lana Clarkson, que apareció en Scarface y Barbarian Queen antes de ser asesinada por Phil Spector. Un reparto completo.

Las Vans aparecen más veces en la película que alguno de sus personajes.
Las Vans aparecen más veces en la película que alguno de sus personajes.

Incluso David Lynch recibió una propuesta para dirigirla, pero la rechazó casi al mismo tiempo que El Retorno del Jedi. La dirección corrió a cargo de Amy Heckerling -que años más tarde se encargaría de otra comedia juvenil, Clueless-, aunque la clave estaba en el guionista, Cameron Crowe. Había trabajado en Rolling Stone desde los 15 años -una historia que reflejó años después en Casi Famosos, dirigida por él mismo-, y sus buenas relaciones con la industria discográfica facilitaron que en Aquel Excitante Curso sonaran Jackson Browne, Led Zeppelin, The Go-Go´s, Stevie Nick y Oingo Boingo (el grupo de Danny Elfman, autor de la sintonía de Los Simpsons o las bandas sonoras de Tim Burton). No era casual que en las adolescentes habitaciones de los protagonistas hubiera posters de Buzzcocks y Devo.

La película se estrenó en 1982, el mismo año que E.T., la película que perfeccionó el arte del product placement. Hasta entonces, cuando veías una marca en una película no pensabas cuánto dinero costaba esa aparición casual. Sean Penn ya conocía la tienda Vans de Santa Monica por su relación con la escena surfera de la localidad y desde allí le mandaron algunos pares con la esperanza de que pudiera llevarlos en alguna película. La diseñadora de vestuario Marilyn Vance (El Club de los Cinco, Ferris Bueller/Todo en un día y La Chica de Rosa) debió dar su aprobación porque aquellas Vans Slip On de cuadros aparecen más tiempo en pantalla que algunos de los actores protagonistas. No se trataba de una película patrocinada y de hecho aparecen distintas marcas, pero Jeff Spicoli, el surfero con una actitud incompatible con la abstinencia, siempre llevaba aquellas Vans de cuadros que acabaron convirtiéndose en la portada de la banda sonora.

Steve Van Doren, hijo del fundador de la marca.
Steve Van Doren, hijo del fundador de la marca.

De ahí al paso siguiente. Steve Van Doren, hijo del fundador, pidió a la marca mil pares de Slip On a cuadros para repartirlas en las emisoras, junto a la banda sonora de la película. Cada vez que sonaba algunas de sus canciones, el locutor nombraba a Vans. Se convirtió en el símbolo del adolescente problemático, la imagen ideal para vender zapatillas. Melenas rubias, camisas de flores y Vans Slip On, establecidas como clásicos del adolescente gamberro.

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