Catnapp, la artista que no deberías perderte de Valle Eléctrico

Cuando lo más sencillo sería quejarse de la oferta cultural de la ciudad o mirar con cierta envidia la escena clubbing de Barcelona, tres amigos decidieron programar en Madrid todos esos conciertos a los que les gustaría ir. A esta coctelera de electrónica, vanguardia y artistas emergentes le llamaron Valle Eléctrico y este fin de semana cumple ya cinco años.

El colectivo formado por Yeray Dorta, Manuel Ruano y Diego Sánchez, ha preparado un gran cumpleaños en su sede mensual, el Café La Palma. Un cartel de dos días con los nombres más atractivos de la escena: la británica Spinee, el DJ londinese Kane West, la promesa madrileña El Trinidad, o la artista argentina con sede en Berlín, Catnapp. "Lo primero que nos atrajo de Catnapp es cómo su doble bagaje cultural (Argentina vs. Berlín) convive en su forma de entender la música. Su imagen, combinado con los beats de club alemán, tiene una particular fuerza en su proyecto, que la hace que sea magnética. Amor a primera vista", expican desde Valle Eléctrico.

Esta dualidad a la que se refieren está presente en cada proyecto de Catnapp, álter ego de la artista Amparo Battaglia. Su estética y sus maneras recuerdan a Yolandi de Die Antwoord, pero en sus producciones también deja claro su admiración por Beyoncé o Britney Spears; puede que su grupo favorito sea Prodigy, pero tampoco se corta a la hora de confesar el efecto sanador que le produce Juan Luis Guerra. También hay mucho de esto en BACK, el EP minimalista con el que confirma su regreso y estrena sello propio, Napp Récords.

¿Por qué empezaste a componer canciones?

Empecé a componer canciones cuando era muy chiquita. Me gustaba escribir letras sobre canciones o beats que me gustaban, que quizás escuchaba en la radio o de las que tenía el CD. Sobre todo de las Spice Girls. Una de las primeras canciones que escribí fue cuando tenía diez años. Se llamaba Girls Thinking In Fashion, te la podrás imaginar con un beat super Wannabe de las Spice de fondo.

Tus primeras covers eran de grupos como Kings of Leon, algo que en un primer momento no asociaríamos con tu música. ¿Cómo se produce este cambio?

Me gusta mucho el pop, el folk y hasta la bachata. Soy muy amplia cuando se trata de estilos, no me mantengo en un camino cerrado. Puede que produzca R&B y breakbeat o que mi banda preferida sea The Prodigy, pero cuando estoy triste y hay que levantar el ánimo, sé que no hay nada que me ponga de mejor humor que una buena dosis de Juan Luis Guerra a todo volumen.

Disfruto mucho también con “tocar” la guitarra, y lo digo entre comillas porque nunca aprendí a hacerlo profesionalmente. Lo hago solo para acompañarme. De hecho, es muy importante para mí tener este instrumento en casa. Es algo a lo que recurro mucho para serenarme: tocar la guitarra y cantar. Los covers los hago por puro gusto en momentos como esos.

Cuando se habla de ti siempre se cae en el tópico de que resulta imposible encasillarte.

Me gustan muchas cosas y creo que en mi música se fusiona un poco todo eso. ¿Debería inventar un nuevo género? Creo que si hay que encasillarlo en los existentes sería una mezclita entre: break-beat, drum and bass, r&b con momentos muy pop donde queda al descubierto mi amor hacia Britney Spears y Beyoncé, y otros momentos de mucha oscuridad en donde espiamos mil lugares más Fever Ray.

¿Qué artistas han marcado tu sonido?

The Chemical Brothers, The Prodigy, Fever Ray, Beyoncé, Placebo, Fatboy Slim, Beastie Boys, The Streets. Mucho Big Beat, rap white trash y ritmos quebrados.

Cuando publicaste Cliff in an Eyeblink en 2014 tu inspiración iba más allá de lo musical: Bariloche, una casa de la infancia, un libro de HP Lovecraft… ¿Cuál es el hilo conductor de Back?¿Hacia dónde nos quieres llevar?

En la mayoría de los temas de Back me enfoqué en sentimientos como el amor, el desamor, el enamorarse de alguien no correspondido, lo que duele una separación. El momento del romance y de la atracción de cada persona hacia la otra, esa tensión buenísima que se genera al principio, y esa tortura que resulta a veces terminar todo, aún después de años. Me gusta hablar de temas comunes en mis canciones (todas estas canciones hablan de historias reales que me pasaron a mí), porque siento que todos pueden relacionarse con las letras y sentirse identificados. Escuchar los sentimientos de uno en una canción ajena es una de las cosas que más satisfacción me produce: cuando vas por la calle y salta esa canción con la que tanto te identificas en el móvil y es como “AY SÍ” y la vas cantando sintiendo de verdad, porque te paso a ti.

¿Crees que un proyecto como el tuyo solo podría crecer en Berlín? ¿Cómo es la escena en Argentina?

Creo que Berlín está en un momento en el que afortunadamente para mí se están abriendo a un sonido más experimental, saliéndose del estrecho y riguroso Techno que lo inunda hace años. Hay fiestas como Trade o 3’Hi y grupos como Bass Gang o Live from Earth, que están trayendo el r&b, trap, rap, noise, reguetton, etc. a la escena, estableciéndose y logrando un ambiente propicio para desarrollar sus eventos.

En Argentina, especialmente en Buenos Aires, están en un momento muy frondoso, de mucho crecimiento. Hay muchos nuevos colectivos, labels, grupos y artistas que se están desarrollando de forma muy profesional, talentosa y unida. Siento que es un momento excepcional y hermoso para la escena local de allí. En noviembre iré tres meses a presentar mi disco y sumergirme dentro de todo eso que está sucediendo.

El estilo de Back es mucho más minimalista, intenso y un tanto futurista. ¿Lo consideras una evolución o una vuelta a los orígenes?

¡Es un poco de las dos cosas! Es una vuelta a mis orígenes, porque sé que personalmente necesitaba volver a hacer ese tipo de música, y soy consciente que lo hice. También es una evolución, porque aprendí muchas cosas nuevas a lo largo de estos años que apliqué en la producción de este EP.

Además tienes una canción con el productor mexicano AAAA, al que conociste en el Bass Camp de la Red Bull Music Academy en Chile, y otra con el artista argentino Young Solo. ¿Cómo fue el proceso creativo? ¿Qué te atrajo de ellos?

La experiencia con Gabo [AAAA] fue muy buena. Me puse muy feliz cuando el último día de estudio en Bass Camp, Gabo me propuso colaborar en el track que él estaba armando. Tiene un increíble manejo del hardware. Yo soy supertímida para componer con más gente en un mismo espacio y en directo. Y durante toda la experiencia de RBMA tuve que deshacerme de esa timidez o morir. Así que me puse una capa mágica de coraje y me lancé a improvisar y a colaborar sin miedo.

A la hora de sentarnos en el estudio a hacer todo a la velocidad de la luz (había que entregar lo que habíamos hecho en muy poco tiempo), mas allá de mi capa mágica, me sentí muy relajada con él. Tiene una energía muy serena. Fue genial la sensación de estar grabando eso y sentir que estaba encontrando el camino que había buscado tanto. Creo que en un momento los eché a todos del estudio para poder terminar de grabar unas voces porque era demasiada presión, jajaja.

David [Young Solo] me escribió una vez. Él desde Buenos Aires y yo en Berlín. Me mandó un par de bases y entre ellas estaba Time to Get Through it. Apenas la escuché me enamoré. La grabé en 1 día y ya estaba terminada. Fueron esas producciones que fluyen al instante. Seguramente volvamos a colaborar pronto.

Este disco además lo produces con tu propio sello, NAPP Récords. ¿Cómo surge la idea de crearlo y a qué artistas te gustaría tener en él?

Hace tiempo que tenía la idea en la parte de atrás de la cabeza... Ir por mi propio camino y hacerlo a mi modo. Varias personas me decían que tenía que crear mi propio label, porque mi estilo no terminaba de encajar en ningún lado. Cosa que creo que es verdad, pero no me decidía. Sentía que no era lo mío, que montar un sello no es una responsabilidad que yo pudiera tener. Me decía: soy artista, no sé montar una empresa, no tengo ni idea de cómo se promociona un disco, ni cómo se distribuye un disco, ni todo lo demás que ni sabía que era. BACK fue firmado con un reconocido sello de USA, fue muy excitante, emocionante. Me prometieron el cielo y la tierra. Hicimos muchos planes, firmamos un contrato y todo el tiempo pensaba: “ojalá no se arrepientan”. Nunca pensé que iba a acabar deseando que, por favor, cancelaran el contrato. Terminó siendo la peor experiencia a nivel profesional y emocional que jamás haya tenido a lo largo de toda mi carrera. Por suerte fue también una gran enseñanza.

Empecé a hablar con amigos y conocidos que habían vivido cosas parecidas con otros sellos de media / alta gama. Y cuanto más grande era el sello, peor era la anécdota. Ese desprecio, ese juego con las emociones, las expectativas y el trabajo del artista por parte de algunos sellos discográficos, me indignó y me llenó de tristeza. Pero después me llenó de energía. Decidí que era necesario crear mi propia plataforma. Una base en donde al artista se lo respete. Creado no por empresarios, sino por alguien que entiende lo que es estar de este lado y lo que necesita el otro. Y bueno, que la música sea buenísima. Me junté con otros que habían abierto también sus pequeños sellos y aprendí todo lo que pude lo más rápido posible (ya que el otro label atrasó el lanzamiento de mi disco más de medio año). Fue un proceso intenso y finalmente lo logré. Espero proporcionarles un espacio a esos artistas que tampoco caben en otro lado, que hacen eso tan particular que me muero por editar y ayudar a que el mundo conozca. Pronto voy a editar un EP en colaboración con Bungalovv (Argentina) y otros dos que aún permanecen dentro de la galera. ¡Pronto habrá novedades!

Me gusta mucho el videoclip de BACK: la estética, la coreografía, los estilismos... ¿Cuánta importancia le das a aspectos como la estética que adoptas o los vídeos que produces?

Gracias, estoy muy contenta con este vídeo. Para todos trabajo con amigos y cada uno es una nueva aventura. Para el vídeo de Glaciers nos subimos a dos camionetas y nos fuimos nueve amigos al bosque y a la playa, a filmar durante 2 días en pleno invierno con las caras pintadas y mucha cerveza. Para BACK éramos un grupo de diez personas caminando por Berlín, entre ellos nosotros tres pintados completamente de plateado, y también con mucha cerveza. La estética y la imagen son algo que intento cuidar mucho. Es parte de un todo. Me gusta estar en todos los detalles.

¿Cómo llevas BACK al directo? ¿Cómo va a ser tu concierto en Valle Eléctrico?

El disco en vivo tiene mucha energía agresiva y también romántica por momentos, como describía las canciones. Tengo preparada para Valle Eléctrico una presentación muy versátil. Voy a hacer un recorrido desde mis viejas canciones de DNB (medio Crystal Castles), pasando por la oscuridad de Cliff, y llegando a lo más nuevo y moderno con BACK. Es un show con mucha energía. Estoy haciendo algo parecido en el resto de Europa, y realmente es una de las presentaciones con las que más disfruto cantando y tocando.

Durante estos años, ¿qué actuación dirías que ha marcado tu carrera?

Las actuaciones que más marcaron mi carrera a nivel personal, son las más pequeñas (de tamaño). Siento que crezco cada vez que me presento en lugares como Madame Claude, un micro sótano en Berlín, o el mismo sótano de Urban Spree, también Berlin. (Me gustan los sótanos). A nivel profesional siento que cada presentación representa un cambio y una evolución en sí misma. De todas se aprende y se crece.

¿Tienes controlada la escena urbana de España? ¿algún grupo o artista que te guste?

Me gusta mucho La Zowi, Bad Gyal, Yung Beef, Kaydy Cain, y seguro algunos más que me olvido.