Coche y conductor, en perfecta armonía

En la cultura japonesa, todo ocurre por una razón y la sencillez es un concepto esencial de la vida diaria. Mazda ha hecho suyas estas premisas: la casa nipona también tienen una razón muy sencilla para todos los proyectos que pone en marcha. Es esta: pretenden que el placer de conducir sea un regalo para el cuerpo y para el espíritu. Trabajan muy duro para crear una conexión emocional entre el conductor y su coche. Es lo que ellos llaman Jinba Ittai, la fusión entre el jinete y su montura.

El interior del nuevo CX-5 tiene controles sencillos e intuitivos que producen una experiencia de orden y calidad, mientras que la carrocería se ha renovado para lograr una sensación de control absoluto

Fruto de esta filosofía, centrada en el ser humano y en la que cada acto y detalle debe tener un propósito, nace el nuevo Mazda CX-5 con un diseño puro y articulado en torno al conductor y sus pasajeros, para conseguir que vehículo y piloto estén en perfecta armonía. Gracias a la evolución del diseño KODO (Alma del movimiento) de Mazda en este nuevo modelo se han refinado las líneas siguiendo la máxima de menos es más. El interior del nuevo CX-5 tiene controles sencillos e intuitivos que producen una experiencia de orden y calidad; por fuera, las líneas son puras y transmiten seguridad, en la mejor tradición de la estética japonesa.

También se ha perfeccionado su respuesta dinámica de conducción con novedades en la carrocería para lograr una sensación de control absoluto del vehículo y con respuestas muy precisas a las acciones del conductor sobre el acelerador, la dirección y los frenos. Su equipamiento incorpora además las nuevas tecnologías de seguridad i-ACTIVSENSE más innovadaoras y avanzadas, que facilitan la labor del conductor y llevan la seguridad activa al máximo nivel. Un vehículo con alma para disfrutar del viaje.