Queremos libertad
Los valores de la democracia se protegen con educación de primera línea y oportunidades para crecer
No podrán con nosotros, nos decimos con rabia y profunda tristeza mientras lloramos a los muertos del atentado de Barcelona, y consolamos a sus familiares, y nos solidarizamos con los heridos. No podrán con nosotros, repetimos una y otra vez. Sabemos que los terroristas no nos podrán aniquilar aunque quieran, porque nuestros líderes políticos de todos los partidos van a entenderse para que nuestra vida en libertad siga siendo posible. Queremos que las calles de todas las ciudades y pueblos siempre estén abiertas. Que inviertan en educación, que se tomen en serio a los maestros y docentes y les apoyen, para que en las escuelas los niños y los adolescentes crezcan desarrollando al máximo todo su talento, y aprecien y disfruten los valores de nuestra democracia. Queremos que las fuerzas y los cuerpos de seguridad locales, provinciales y nacionales tengan todos los medios y estén trabajando en las mejores condiciones. Que se sientan apoyados con recursos humanos y tecnológicos. Recursos que les permitan protegernos y proteger nuestra democracia, nuestras calles y nuestros bosques. Necesitamos defender el Estado de bienestar que tanto esfuerzo nos ha costado a todos. No se pueden recortar las plazas de los diferentes cuerpos de Policía, ni de la Guardia Civil, ni de los agentes forestales…, ni dejar que la educación se deteriore y se abandone a nuestros maestros y profesores a su suerte.
Solo saldremos adelante si logramos que todos nuestros líderes políticos entiendan que necesitamos invertir de forma seria y continuada en prevención y en personal con formación que nos ayude a defender los valores de nuestra democracia. Esos valores se protegen con educación de primera línea y oportunidades para crecer. Con cuerpos de seguridad equipados con la última tecnología y que siempre se sientan apoyados y puedan coordinar sus esfuerzos para protegernos a todos. Con una sanidad sólida, que trabaje mano a mano con los servicios sociales, con los educadores y con los equipos de protección civil. Necesitamos coordinarnos, anticipar y destinar partidas de gasto comprometidos con nuestra sociedad. Ganaremos la batalla si defendemos a toda la gente que nos defiende. Si convencemos a todos los políticos para que cambien sus discursos, valoren y apoyen e inviertan en los oficios públicos de la gente de bien que hace que nuestra vida sea más fácil, más libre, más justa y segura: policías, guardias civiles, guardias forestales, bomberos, maestros, profesores, médicos, enfermeros, sanitarios, barrenderos, bibliotecarios…, y todos aquellos que creen en la libertad.
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