‘Manietas’ de actor’
Actuar a su lado es un placer, todo lo que sale por su boca suena a verdad, lo único que, a veces, cuando me mira sus ojos apuntan hacia mi frente
Este verano estoy rodando una película y no hace falta decirlo: hago de galán… ¡One more time! (Qué harto estoy de hacer siempre el mismo papel). Chico guapo, "malote", de origen humilde, motero, que tiene una relación con una chica mona y "pija", y que lucha contra todo el que se opone a ese amor desclasado, de una manera muchas veces pueril, pero sincera. ¿Enseño mi torso? Sí. ¿Enseño el culo? Sí, joder sí. Y me "morreo" y culebreo y toda la pesca…
¡Qué pereza! La parte buena es que mi partenaire es una actriz estupenda y buena compañera, muy generosa, como se suele decir. Me encanta compartir las secuencias con ella, hay magia y electricidad, de la metafórica y de la estática —por lo visto se debe a que lleva ropa interior de licra—; cada vez que nos rozamos salen chispas, literalmente. Como digo, actuar a su lado es un placer, todo lo que sale por su boca suena a VERDAD, lo único que, a veces, cuando me mira sus ojos apuntan hacia mi frente, en concreto a la raíz del pelo. Es sutil, pero me da por pensar cosas raras y me descentro un poquito. Pero soy consciente de que es una tontería y no se lo he dicho, porque tampoco quiero que se obsesione con eso. Por lo demás va todo viento en popa… aunque… es otra chorrada, pero se empeña en ponerse unas sandalias que le están pequeñas y sus deditos, que son gordos y rechonchos, se apiñan en la punta, unos sobre otros, con dramatismo (casi se les puede oír gritar de desesperación). El hecho de que lleve las uñas pintadas de color Baby Rouse no mejora la cosa. Y parece un detalle insignificante, pero me cuesta ponerme en situación sabiendo que ahí abajo se desencadena esa tragedia estética. Tampoco se lo he dicho, ¿por qué echar a perder nuestro feeling con estas rayadas?
En definitiva, que estoy disfrutando mucho del rodaje.
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