No tires nada: puedes convertirlo en lo que quieras

¿Recordáis aquellas máquinas para hacer plastilina? Metías la pasta, apretabas, y de ahí salían churros con forma de estrella, de tubo, de pentágono... Aquello era un juguete de extrusión, un proceso que sirve para crear objetos que tengan una forma definida, con sección transversal y fija. Como aquellos churros. Algo parecido es lo que ha creado Mahor Muñiz (Foz, Lugo, 1985), un extrusor de pellet (pequeñas bolitas compactas, en este caso de plástico) para imprimir en 3D a partir de cualquier residuo: botellas, un muñeco roto, la funda de unas gafas...

Pellet Extruder 3D

Fundadores: Mahor Muñiz

Estado: En funcionamiento

Localización: Barcelona

Ámbito: Servicios. Impresión 3D

Idea: Extrusor

Web: http://www.mahor.xyz/

"Compré una impresora 3D hace unos tres años, un amigo me regaló un poco de pellet de plástico, que es el material que normalmente se usa en la industria, se vende en sacos y es más económico. Ese pellet se usa para hacer el filamento de impresoras. Así que me puse a intentar fabricar mi propio filamento en casa". Tras varios intentos, este diseñador industrial consiguió un prototipo funcional de extrusor con una ventaja, no hace falta convertir el pellet en filamento, imprime directamente tras la trituración: "Es capaz de imprimir cualquier plástico, algo que ayuda al medio ambiente porque puedes reciclar cualquier cosa, utiliza los cachitos pequeños y puedes imprimir lo que se te ocurra".

Lo que comenzó siendo un pasatiempo se convirtió en una posibilidad clara de desarrollo de negocio para el futuro. Iba publicando sus avances en redes sociales y lo expuso en varias ferias de impresión 3D. "Tuvo mucha aceptación, y cada vez le vi más posibilidades. Tanto que durante tres años he estado incluso elaborando mis propios aparatos para poder fabricar las piezas del extrusor". Ya tiene interesados desde distintos continentes, ha empezado la producción y está a punto de comenzar a vender.