Un viaje para denunciar violaciones de derechos humanos en España

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Nacieron en 2016, cuando más de 300 personas marcharon hasta Grecia para llamar la atención sobre la situación de los refugiados en el país heleno que querían acceder al resto de Europa y las consecuencias de las políticas migratorias de la UE en las vidas de estas personas. Y ahora sus creadores vuelven a tomar la carretera. Se trata de la caravana solidaria Abriendo Fronteras, una iniciativa apoyada por más de 100 colectivos y organizaciones sociales de toda España que quiere denunciar lo que ellos califican como situaciones "inaceptables" dentro de nuestras fronteras. Se refieren a las políticas españolas que permiten el uso de concertinas y vallas en Ceuta y Melilla para que no entren migrantes, las devoluciones en caliente, el mantenimiento de los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE), las políticas de control de FRONTEX o la imposibilidad de pedir protección internacional en embajadas y consulados, entre otros ejemplos.

Para llamar la atención sobre sus reivindicaciones pretenden juntar a muchas personas con ganas de viajar hasta Melilla, ciudad donde desde hace décadas se aplican los mecanismos de contención migratoria que ellos quieren denunciar. Allí demandarán que se respeten "los derechos de millones de personas que huyen de la guerra, del hambre, de la trata o del tráfico de personas, de las consecuencias del cambio climático o de la persecución y la violencia en sus múltiples formas".

El viaje comienza el próximo 14 de julio desde País Vasco, Castilla y León, Cataluña y la Comunidad Valenciana. Estas caravanas llegarán a Madrid el día siguiente, 15, donde se llevará a cabo una acción reivindicativa. El 16 prevén parar en Sevilla para unirse con distintos colectivos andaluces y seguirá hacia Algeciras, la ciudad en la que se encuentra un CIE denunciado hasta la saciedad por las malas condiciones en las que viven sus internas. El 17 llegarán a Málaga y el 18, ferry mediante, llegarán a Melilla, donde se concentrarán hasta el 21 de julio. Ese día volverán a la Península para parar en los invernaderos de Almería, donde la población migrante vive en condiciones infrahumanas.

Son muchísimas las reivindicaciones de este colectivo, y durante estos días darán voz a todas ellas. Cabe destacar la reforma de las políticas exteriores de la UE para contribuir realmente a un desarrollo político y económico sostenible en los países de origen, el fin del comercio armamentístico, denunciar la violencia sexual que sufren niñas y mujeres en conflictos, demandar vías legales y seguras para las personas que huyen de sus países o que se establezcan políticas de acogida dignas, entre otras.

Los interesados en participar en este viaje pueden incribirse hasta el 30 de junio, y los precios oscilan entre los 63 euros para quienes salgan desde Málaga hasta los 200 para quienes se trasladen desde País Vasco. El precio incluye los viajes en autobús y ferry, pero no la comida, que será autogestionada. En cuanto a los lugares para pernoctar, se advierte que será en polideportivos, escuelas y parques.