El diablo se viste de ballena asesina
Hace varias semanas, una adolescente de 14 años recibió una invitación por Facebook para participar en el juego de La Ballena Azul. La chica aceptó y le fue asignado un “curador” o tutor online. Los desafíos que le fueron encomendados consistieron en despertarse de madrugada para ver vídeos de terror durante horas, tatuarse en el brazo una ballena con una navaja o asomarse al borde de un precipicio, entre otros. Y, por fin, debía superar su último gran reto: saltar al vacío desde una gran altura. Así lo hizo y la joven fue ingresada en el hospital con múltiples lesiones de gravedad. El ruso Philipp Budeikin, creador de este malvado juego virtual que incita al suicidio, fue detenido en San Petersburgo y en el interrogatorio con la policía declaró que creía que sus víctimas eran “basura biológica”, que estaban “felices de morir” y que él estaba “limpiando la sociedad”. ¿Qué más cosas pueden pasar para que las familias ejerzan su deber de supervisar la presencia de los más jóvenes en la Red y vigilar su comportamiento? El diablo se viste de muchas formas, en este caso de ballena asesina.— Paula Santolaya del Burgo. Pamplona.
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