El nuevo PSOE y el abrazo de Podemos
Iglesias ha logrado un triunfo al atraer al partido de Sánchez a un terreno donde puede controlarlo
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Reunimos aquí la opinión publicada en EL PAÍS sobre la moción de Pablo Iglesias.
Los 82 votos cosechados por Pablo Iglesias en la moción de censura presentada por su grupo político resumen a la perfección la inviabilidad de su candidatura a presidir el Gobierno de España.
Cuantitativamente, esos 82 votos representan menos del 25% de los escaños de la Cámara frente a un Rajoy legitimado tres veces en las urnas y ahora dos veces seguidas en el Parlamento, una en la sesión de investidura de octubre pasado y ahora otra, con el concurso de Podemos, al lograr derrotar la moción de censura capitaneada por Iglesias.
Cualitativamente, el que Podemos, junto con Compromís, solo haya podido sumar a ERC y a Bildu, prueba que la formación morada está a una enorme distancia de poder ser considerada un partido de gobierno. Las 97 abstenciones cosechadas por su moción de censura no significan el apoyo a Rajoy de esa suma de parlamentarios, mayor que la que ha concitado Podemos, sino la debilidad de Podemos como alternativa de gobierno.
Sorprende por ello que justo en el momento en que Podemos queda en evidencia por sus propios excesos retóricos e ideológicos, el nuevo PSOE de Pedro Sánchez, por boca de su portavoz, José Luis Ábalos, tienda una mano a Podemos y con la promesa de un tono cordial y la constatación de un diagnóstico compartido sobre los problemas de este país, se ofrezca a trabajar juntos para el futuro.
Es claro que con un PSOE seguro de sí mismo y sin complejos, Podemos habría quedado retratado como lo que es bajo el liderazgo de Iglesias: una formación tan radical como marginal, incapaz de proyectar la credibilidad suficiente para poner de acuerdo a aquellos progresistas, que son muchos, que disienten de Rajoy.
Como era previsible, a la mano tendida de los socialistas, confiados en que así seducirán a los votantes de Podemos, Iglesias ha respondido abrazándose al nuevo PSOE, que para su congreso ha elegido un lema (“Somos la izquierda”) que le aleja del centro y encadena a Podemos. Un "nuevo PSOE" del que hay escasas precisiones programáticas salvo la que ayer proclamó Ábalos, que prometió “combatir con justicia las injusticias”, como si el PSOE anterior no lo hubiera hecho.
Esta moción de censura era un señuelo diseñado por Iglesias, sabedor de que perder contra Rajoy era un precio más que aceptable a cambio de atraerse al PSOE a un terreno donde pudiera controlarlo. Desde ese punto de vista, no cabe dudar de que Podemos ha logrado un importante triunfo.
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