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Lewis Hamilton: “La relación con Alonso era tóxica”

El mejor piloto de la actualidad habla del Brexit, del miedo y de su gran frustración

Lewis Hamilton posa en exclusiva para ICON en Londres. Lleva una chaqueta de piel Emporio Armani.
Lewis Hamilton posa en exclusiva para ICON en Londres. Lleva una chaqueta de piel Emporio Armani.Pawel Pysz/Santi Rodríguez

Lewis Hamilton no tiene claro dónde hacer esta entrevista. Acaba de finalizar la sesión de fotos para ICON, de varias horas, y se le ve cansado, pero ni así baja la guardia: una cohorte de asistentes sigue cada uno de sus pasos, pero solo él maneja su intimidad. El sofá apartado en una esquina del estudio no es una opción. “Hay demasiada gente por aquí”, opina. De pronto, tiene una idea: “¿Por qué no la hacemos en mi coche?”. Se refiere a una fastuosa limusina Mercedes con cristales tintados que le espera en la calle. Pero su agente le dice algo al oído. Hamilton asiente y cambia de idea: “Mejor hagámosla en un despacho que hay aquí al lado. A puerta cerrada”.

Con 32 años, el piloto inglés (de Hertfordshire, sureste de Inglaterra) de Fórmula 1 ha sido tres veces campeón del mundo, acumula un centenar de podios y más de 50 victorias y hace más de una década que es multimillonario. De estatura media, fibroso y con tono afable, viste una sudadera holgada con capucha, vaqueros y deportivas. Se arrellana en un sillón y abre una bolsa de cacahuetes dulces: “¿Quieres? Es una de mis adicciones. Estaría comiéndolos todo el rato”. Mira de reojo la grabadora: “Ya sé que me vas a preguntar por mi compañero de equipo, así que empecemos por ahí. Dispara”.

"Si pones a dos campeones del mundo en el mismo equipo, cada uno intentará hacer su trabajo lo mejor posible. Y no vas a cederle el paso. Alonso y yo tenemos demasiadas fricciones”

Valtteri Bottas es su nuevo socio en la escudería Mercedes este año, tras la salida de Nico Rosberg. Proveniente de Williams, era un piloto discreto y, a priori, sin capacidad para eclipsar la carrera de Hamilton. Algo determinante, después de que el año pasado Rosberg le arrebatara el título. Pero Bottas está empujando más de lo esperado: en el Gran Premio de Rusia de finales de abril se hizo con la victoria. “Aún queda mucho campeonato por delante, no me preocupa, estoy tranquilo”, dice. “Si tengo que definirte a mi compañero de equipo te diré que tengo muy buenas sensaciones con él. Es un tipo muy amable, un hombre de familia y, como se está demostrando, un piloto fantástico. Aunque este año tendremos una batalla intensa, espero que podamos llevarla como caballeros”.

Esta última puntualización no es casual. Aún están muy presentes las desavenencias con el que fuera su compañero en McLaren, Fernando Alonso. Aquel 2007, el campeonato se convirtió en un duelo descarnado entre los dos pilotos, cuyos egos y su hambre de podio eran demasiado grandes para una sola escudería. La pugna trascendió los circuitos y entró de lleno en lo personal. Tanto es así que antes de iniciarse esta temporada, cuando se barajó el nombre del asturiano para correr junto a Hamilton, la propia escudería Mercedes dijo públicamente que “sería una locura”. La ironía es que en lo que va de Mundial, Alonso está viviendo un calvario en McLaren y Bottas empieza a perfilarse como uno de los favoritos.

El piloto se ha puesto una chaqueta Bottega Veneta y una camiseta Uniqlo.
El piloto se ha puesto una chaqueta Bottega Veneta y una camiseta Uniqlo.Pawel Pysz/Santi Rodríguez

¿Se arrepiente ahora de no tener de nuevo a Fernando Alonso como compañero? No se trata solo de mí, sino de las miles de personas que trabajan en la escudería. Mi relación con Fernando era tóxica. Y además intoxicaba a todo el equipo.

De modo que sí era algo personal. Hay gente con la que te llevas bien y otros con los que no puedes convivir de ninguna manera. Si pones a dos campeones del mundo a correr en el mismo equipo, cada uno intentará hacer su trabajo lo mejor posible. Y no vas a cederle el paso en una curva. Vas a luchar por salir el primero de ella. Nosotros tenemos demasiadas fricciones.

Con todo, Hamilton ha suavizado mucho su discurso respecto al asturiano. “La Fórmula 1 es un espectáculo y hay muy pocos pilotos capaces de dar ese espectáculo: estamos Alonso, Vettel, yo… Es bueno para el Mundial, y para todos nosotros, que Alonso corra. Por eso espero que solucione pronto los problemas que está teniendo con su equipo”. Y hace un balance de estos dos meses de competición: “Ferrari tiene el coche más rápido. De modo que solo me queda darlo todo como piloto. Vettel y yo estamos muy igualados, y las diferencias solo se marcarán por cómo pilotemos. Un mínimo fallo me puede costar el Mundial. Así es como debería ser siempre la Fórmula 1”.

El británico sabe que, hoy por hoy, es el mejor piloto del mundo. Desvela su secreto: “No tener miedo. Yo no lo tengo cuando corro, para mí el miedo no es más que un estorbo porque significa no dar lo mejor de mí. Sé lo bueno que soy. Hasta dónde puedo llegar. El miedo está más allá de eso. Mientras no sobrepase las expectativas que tengo de mí mismo, no tengo por qué sentir miedo”. ¿Y fuera del circuito? “Es difícil temerle a algo cuando lo tienes todo. Soy muy afortunado en eso. Te pongo un ejemplo: me fascina la ropa, la capacidad de la moda para cambiar tu imagen radicalmente cada día. Y puedo tener cualquier prenda que quiera [señala su sudadera]”.

"Mi familia era muy humilde. Recuerdo cuando de niño iba con mis amigos a una tienda de golosinas del barrio. Yo nunca tenía dinero. Me limitaba a mirar”

Bonito reloj. ¿Cuánto le costó? No me acuerdo, sinceramente. Tengo que reconocer que a veces me paso, compro las cosas que me gustan sin mirar el precio.

No siempre fue así en su vida. “Vengo de una pequeña ciudad de Inglaterra, mi familia era muy humilde. Mi madre tenía tres trabajos para darnos un techo, mi padre se deslomaba para financiar mi carrera de piloto. Era muy agobiante saber que prosperar no solo depende de tu talento, sino de que tu familia pueda pagarte la siguiente temporada. También recuerdo cuando de niño iba con mis amigos a una tienda de golosinas del barrio. Yo nunca tenía dinero para comprarme ni una chuchería, me limitaba a mirar”.

Su primera profesión remunerada relacionada con el sector del automóvil fue en un túnel de lavado. También ha trabajado de camarero en clubes nocturnos y vendiendo periódicos puerta a puerta. Pero llevaba pisando los circuitos desde mucho antes: su padre le regaló un kart cuando tenía ocho años. Coincidió de niño en algunas carreras con Alonso o Nico Rosberg. Allí se forja la cantera de los grandes pilotos. El jefe de McLaren, Ron Dennis, se fijó en su estilo de pilotaje cuando apenas era un adolescente. Y ahí empezó todo.

"Me gustaría que lo viéramos [el Brexit] como una oportunidad para mejorar la vida de tantas personas que lo están pasando mal en mi país. Si esto supone más empleo, bienvenido sea"

“La Fórmula 1 me ha dado lo que soy. No me imagino trabajando en otra cosa. Pero correr no es lo más importante para mí. La familia está por delante”. Resulta curioso escuchar eso de quien rompió con su pareja más duradera, la cantante Nicole Scherzinger, porque antepuso su carrera a pasar por el altar. No quería descentrarse. En este punto de la entrevista, Hamilton calla, pero no otorga. “Hablar de relaciones personales solo provoca que los medios monten un espectáculo. He aprendido”.

Por eso tampoco suelta prenda sobre los rumores que le emparejan con la modelo Winnie Harlow. “Por familia me refiero a mis padres y mi hermana. Ellos lo son todo para mí. En estos momentos, tener hijos no forma parte de mis planes. Pero mi familia me ayuda a recordar quién soy, de dónde vengo, y a tener los pies en la tierra”.

Esto le lleva al Brexit. “Algunos de mis amigos, e incluso dentro de mi familia, han vivido el drama de no tener trabajo. No conozco los detalles concretos del proceso y por eso no tengo una opinión clara de si estoy a favor o en contra, pero sí te diré que, ya que ha salido lo que ha salido, me gustaría que lo viéramos como una oportunidad para mejorar la vida de tantas personas que lo están pasando mal en mi país. Si esto supone más empleo para tanta gente que lleva años sin trabajo, bienvenido sea”.

Hamilton posa con chaqueta ‘bomber’ y pantalón Louis Vuitton. La sudadera es de Sunspel.
Hamilton posa con chaqueta ‘bomber’ y pantalón Louis Vuitton. La sudadera es de Sunspel.Pawel Pysz/Santi Rodríguez

Hamilton lleva 10 años en la categoría reina y es uno de los deportistas más famosos del mundo. Tiene una actividad frenética en las redes sociales, con millones de seguidores, especialmente en Instagram, donde relata casi hora por hora lo que hace en su vida. En su última visita a China, miles de fans le esperaban en el aeropuerto dos días antes de aterrizar. “Es muy curioso el efecto que puedes causar en tantísima gente, no sé si lo he asimilado todavía. Pero hay una cosa que tengo muy clara: aunque he conocido a muchísimas personas en todo este tiempo, sigo quedando con mis amigos de siempre, los del barrio. Aunque mi vida es una locura, procuro mantener el contacto. La semana pasada estuvimos cenando en casa de uno de ellos, sin ir más lejos. Yo me encuentro más a gusto en esos entornos, en la normalidad”.

Aunque sobrepasa la treintena, no se ve como un deportista veterano, solo se considera experimentado. “Cuando empecé, con 22 años, tenía la sensación de que podía con todo, pero eso era en gran parte inconsciencia. Y no es necesariamente malo. Hace falta inconsciencia para empezar en esto y ser el mejor. Si uno se para dos veces a pensar que se va a meter en un circuito a rodar a semejante velocidad, posiblemente no lo hará nunca”.

"Mi secreto es no tener miedo. Sé lo bueno que soy. Hasta dónde puedo llegar. El miedo está más allá de eso”

Es complicado arrastrar a Hamilton a un terreno que no tenga que ver con los coches. Sea cual sea el tema de conversación, casi siempre vuelve a lo mismo. Como cuando se le pregunta por otra de sus pasiones reconocidas, la música. “Me encanta el reggae, el r&b y el jazz, es la música con la que he crecido con mi familia, la que escuchaban mis padres en casa, por eso la tengo muy cerca de mi corazón. Sobre todo la disfruto cuando conduzco. Estoy obsesionado con conducir. Sé que parece una locura, pero muchas veces, después de un Gran Premio, cuando llego a casa, me subo a uno de mis coches [en su garaje descansan varios modelos de Mercedes y Ferrari y deportivos de todo pelaje] y me lanzo a alguna carretera cercana, yo con la máquina y mi música. Es mi gran momento”. Y se justifica: “No quiero que pienses que no tengo otra cosa en la cabeza. Me preocupa mucho ser también una buena persona y alguien a quien poder admirar fuera de un circuito o una carretera”.

Tiene un ejemplo claro: “Ayrton Senna era el hombre más completo en eso. Decía las cosas sin pelos en la lengua, se implicaba en las causas en las que creía, también fuera de la Fórmula 1”. No puede evitar volver a su tema preferido: “Siempre aspiro a pilotar como él. Un buen piloto, ante todo, debe saber frenar. Senna lo hacía más tarde que el resto, por eso ganaba. Antes de una curva, si los demás pisaban el pedal a 90 metros, él lo hacía a 80”, dice del brasileño, fallecido al estrellarse en la curva Tamburello del circuito de Imola en 1994.

Jersey Theory. Peluquería: Joe Mills (Joe and Co Soho). Maquillaje: Yuko Fredriksson para L’Oréal Men Expert. Producción: Anissa Payne. Ayudante de estilismo: Jamie Bull.
Jersey Theory. Peluquería: Joe Mills (Joe and Co Soho). Maquillaje: Yuko Fredriksson para L’Oréal Men Expert. Producción: Anissa Payne. Ayudante de estilismo: Jamie Bull.Pawel Pysz/Santi Rodríguez

Hamilton confiesa que le hubiera gustado competir en décadas pasadas. “Ahora la tecnología lo invade todo. Interviene demasiado en nuestra conducción, en nuestras estrategias. Vamos mucho más seguros. Los pilotos de antes apenas tenían ayudas electrónicas. Arriesgaban mucho más. Se jugaban la vida en cada carrera y por eso eran héroes”. Y resume su estado de ánimo actual: “Como ves, parece que lo tengo todo, pero no es así. Nosotros podemos ser muchas cosas para la gente, pero hoy en día ya no nos ven como héroes. Y esa será mi eterna frustración”.

De paso, confiesa otra: “Mi sueño, cuando era pequeño, era ser piloto de motos. A mi padre le parecían muy peligrosas, por eso me sobornó con el kart”, dice, con una sonrisa. “Me dijo que solo me lo compraría si no me subía a las motos de mis amigos. Hoy tengo una cuantas, muy potentes y veloces, y las uso bastante. Para él ya es una batalla perdida”.

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