Príncipe Guillermo: “Me encantaría que mi madre hubiera conocido a Catherine y a los niños”

La proximidad del 20º aniversario del fallecimiento de Diana de Gales está acelerando la aparición de declaraciones sobre los efectos que su muerte, ocurrida en París en accidente de tráfico en 1997, causó entre sus más allegados.

En esta ocasión, ha sido su hijo mayor Guillermo de Inglaterra quien, en una entrevista concedida a la edición británica de la revista GQ para su número de julio, ha desvelado cuánto ha echado de menos a su madre durante este tiempo: “Me gustaría tener su consejo, me encantaría que hubiera conocido a Catherine —su esposa— y que hubiera visto crecer a los niños. Me entristece pensar que no lo ha podido hacer y que ellos nunca la conocerán”.

En la entrevista más sincera que ha concedido sobre la muerte de su madre, a la que estaba muy unido, confiesa que se encuentra en el mejor momento desde hace mucho tiempo. “Ahora puedo hablar de ella más abiertamente y con más honestidad. Puedo recordarla mejor y hablar públicamente de ella mejor que nunca”, afirma el hijo de Carlos de Inglaterra. Y añade: "Me ha costado casi 20 años llegar a este momento. Todavía me resulta difícil. Entonces estaba todo demasiado en carne viva. Es una situación diferente a lo que le ocurre a cualquier persona que pierde a un ser querido porque todo el mundo conoce la historia, todo el mundo la conoce a ella. En otros casos se puede ocultar o puede elegir si quiere contar su historia”.

Casado desde hace seis años con Kate Middleton, con quien tiene dos hijos —Jorge, de tres años, y Carlota, de dos— Guillermo de Inglaterra, de 34 años, también dedica unas palabras para la familia que él mismo ha formado: “No podría hacer mi trabajo sin la estabilidad que me proporciona mi familia. La estabilidad en el hogar es muy importante para mí. Quiero criar a mis hijos en un ambiente feliz, estable y seguro, es muy importante para nosotros como padres”, explica.

Y en este mismo sentido continúa: “Quiero que George crezca en un ambiente real, no quiero que lo haga tras las paredes de palacio. Tiene que estar ahí fuera. Los medios lo hacen más difícil pero lucharé para que tenga una vida normal”.

Estas declaraciones las realizó a la largo de una entrevista concedida al escritor y consultor Alistair Campbell que asesoró al primer ministro británico entre 1997 y 2003 y que participa actualmente en varias organizaciones benéficas dedicadas a la salud mental, un terreno en el que están muy involucrados tanto los duques de Cambridge como Enrique de Inglaterra.

Respecto a las enfermedades mentales, que también formaban parte de la conversación con Campbell, Guillermo de Inglaterra manifesta: “Me ha sorprendido mucho conocer cuántas personas viven en el miedo y en el silencio debido a la enfermedad mental que padecen. Simplemente no lo entiendo. Puedo parecer muy reservado pero de puertas adentro pienso en los temas y me apasiono por las cosas. Confío en la gente de mi alrededor y creo realmente en la comunicación de los problemas. No puedo entender cómo las familias, incluso a puerta cerrada, encuentran dificultad en hablar de la enfermedad mental. Me sorprende que nos preocupe tanto expresar nuestros verdaderos sentimientos. Cuando alguien tiene una pierna rota, todo el mundo sabe qué decir pero cuando se trata de una enfermedad mental la gente no sabe qué decir”.

Su hermano, el príncipe Enrique, ya habló también sobre la muerte de su madre a mediados del pasado mes de abril en declaraciones a The Telegraph en las que confesó que tuvo que buscar ayuda después de dos años de vivir en el caos y reveló que solo lo hizo a los 28 años, después de sentirse “al borde de golpear a alguien” y de tener que enfrentarse a su ansiedad durante algunos actos en los que ha representado a la familia real británica.

El príncipe Enrique también confesó en la entrevista que “cerró todas sus emociones” durante casi dos décadas después de perder a su madre y que esa situación ha afectado tanto a su vida personal como a su vida profesional.