Guillermo de Inglaterra llega a la ciudad en la que murió su madre
El príncipe viaja a París, acompañado de Kate Middleton, en el año en que se cumple el 20º aniversario del fallecimiento Lady Di
A bordo del Eurostar, y sin que esta vez les acompañen sus hijos, los duques de Cambridge han llegado París este viernes por la tarde en visita oficial. Guillermo y Catalina permanecerán en la capital francesa dos días, en los que afrontan una agenda llena de compromisos que comenzará con una recepción con el presidente François Hollande en el Palacio del Elíseo. En las siguientes 48 horas, los duques serán los invitados de honor de una cena de gala en la residencia del embajador británico, Edward Llewellyn; conocerán a jóvenes representantes de la cultura, el deporte, la empresa o las organizaciones benéficas francesas; saludarán a supervivientes de los ataques terroristas en Niza y en la parisina discoteca Bataclan; y asistirán al partido de rugby que enfrentará a Gales contra Francia en el Torneo de las Seis Naciones, entre otros eventos.
No está previsto que el príncipe visite el puente del Alma, el lugar en el que Diana de Gales y su pareja, Dodi Al Fayed, perdieron la vida en un accidente de coche el el 31 de agosto de 1997, ni que se acerque hasta la Llama de la Libertad, un monumento de cobre instalado allí en 1989 que desde la muerte de Diana se ha convertido en un memorial no oficial de la princesa, y lugar de peregrinaje de sus admiradores.
Aunque tanto Guillermo como su hermano Enrique han estado en París en visita privada en otras ocasiones, parte de la prensa inglesa ha destacado las connotaciones emocionales que puede tener para el príncipe este viaje en el año del 20 aniversario de la muerte de su madre. Los motivos, sin embargo, parecen tener mucho más que ver con el fortalecimiento de las relaciones bilaterales con Francia en plena tormenta pre-Brexit que con un homenaje a la princesa de Gales. La visita fue solicitada por el Foreign Office (el equivalente británico al ministerio de asuntos exteriores), y tiene lugar un día después de que la reina Isabel haya otorgado la sanción o permiso real al proyecto de ley del Brexit, que permitirá a Theresa May activar el famoso artículo 50 que desencadenará el proceso de salida de la UE.
Históricamente, la familia real ha sido “reclutada” en numerosas ocasiones como arma diplomática y, de hecho, los esfuerzos de los duques para estrechar lazos con Europa no acabarán en Francia; en julio visitarán también Polonia y Alemania. El Príncipe de Gales y su esposa harán lo propio, también a petición del gobierno, con Rumania, Italia, la Santa Sede y Austria desde finales de marzo.
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