Kate Middleton se despide de su mano derecha
La inminente boda de Rebecca Deacon, secretaria privada de la duquesa de Cambridge durante el último lustro, le obliga a dejar un puesto que exige dedicación permanente
La duquesa de Cambridge está a punto de perder a quien ha sido su mano derecha, casi su sombra, desde que se casó con Guillermo de Inglaterra. La inminente boda de Rebecca Deacon, secretaria privada de Kate Middleton durante el último lustro, le ha obligado a dejar un puesto que exige dedicación permanente y que tiene entre sus funciones más sensibles controlar el acceso a la duquesa.
La estrecha relación entre ambas —casi de la misma edad: Kate Middleton tiene 35 años y Deacon uno menos— ha quedado plasmada en las gestiones de la duquesa para que su todavía secretaria pueda celebrar su enlace nupcial con Adam Priestley en la capilla real del palacio de St. James. El mismo entorno en el que hace cuatro años fue bautizado el príncipe Jorge, hijo mayor de los duques de Cambridge. Solo aquellas personas que tienen lazos muy directos con la casa de los Windsor pueden disfrutar de ese privilegio.
Rebecca Deacon es uno de los personajes de su máxima confianza, la encargada de organizar su agenda oficial, de elaborar los informes sobre las personas con las que se reúne o los centros que visita, de emitir comunicados y responder a la correspondencia en su nombre. Su presencia, siempre en segundo plano y a menudo portando los regalos y ramos de flores que recibe en sus comparecencias públicas, resulta muy familiar para quienes siguen todos los pasos de la esposa de Guillermo de Inglaterra.
Deacon lleva una década trabajando para la familia real, primero en la ONG fundada por el príncipe Enrique (Sentebale) para ayudar a los niños más vulnerables en Lesoto y Botsuana, y desde 2012 volcada en afianzar el rol de Kate Middleton como consorte del segundo en la línea de sucesión al trono. Todavía no ha desvelado sus planes laborales de futuro o cuál será “la nueva fase de su carrera”, en expresión utilizada por la duquesa a la hora de desearle suerte a través de un comunicado.
El palacio de Kensington todavía no ha confirmado quien será su sustituta, aunque los medios especializados en la realeza dan por hecho que la nueva secretaria privada de Middleton procederá de alguna de las plantillas del palacio de Kensigton (residencia oficial de los duques de Cambridge en Londres), Clarence House (sede del príncipe Carlos) o el palacio de Buckingham, la casa londinense de Isabel II.
Sobre el papel, quien tiene mayores posibilidades es la propia asistente de Deacon, Sophie Agnew, por estar completamente familiarizada con las necesidades del puesto. Está por ver, sin embargo, si la duquesa de Cambridge se deja convencer para fichar a ese rostro continuista o bien se decide por un nuevo perfil, ahora que finalmente se siente segura y afianzada en su papel dentro de la realeza. Parece improbable, en cualquier caso, que Middleton busque a su nueva secretaria personal lejos del recinto de palacio, porque en su ambiente eso equivaldría a una pequeña revolución.
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