_
_
_
_

Oliver Assayas convierte el mundo de la moda en una película de terror

En su última película, 'Personal shopper', el francés retrata al proletariado de la alta costura y dirige a Kristen Stewart

Olivier Assayas posa apoyado en una pared que es como nuestra enferma sociedad: algo roto con un fondo muy negro.
Olivier Assayas posa apoyado en una pared que es como nuestra enferma sociedad: algo roto con un fondo muy negro.Audoin Desforges

Es un director de movimientos imprevisibles: después del sofisticado juego en torno a la representación y el paso del tiempo de su extraordinaria Viaje a Sils Maria (2014), llega Personal shopper (en los cines desde el pasado 19 de mayo), película de fantasmas ambientada en las zonas menos visibles del mundo de la moda, un ejercicio de género que, a su paso por Cannes –donde Olivier Assayas recibió el premio a la mejor dirección compartido con Christian Mungiu, de Los exámenes– suscitó algunas risas nerviosas entre aquellos sectores de la cinefilia que aún creen en caducas jerarquías culturales. Si a alguien le sorprende que el director de Las horas del verano (2008) haya hecho una de terror con Kristen Stewart, puede irse preparando para el próximo sobresalto: ya en fase de preproducción, Idol’s eye, su nuevo proyecto, será un thriller en torno al robo de un diamante que, en principio, iba a protagonizar Robert De Niro y, finalmente, tendrá en cabeza de reparto… ¡a Sylvester Stallone!

“Cuando haces películas, las haces para todo el mundo, nunca esperas que haya división de opiniones”, señala Assayas. “No puedo prever cómo reaccionará el público. Con cada trabajo intento explorar algo distinto y hacerlo de la mejor manera que sé, pero cuando, como ocurre en Personal shopper, lidias con lo invisible y lo irracional, te sitúas en un territorio muy frágil, porque todo el mundo tiene una relación muy íntima con estas cuestiones. O aceptan lo que propones o lo rechazan de un modo visceral. No suele haber un término medio”.

"Estoy del lado de la dimensión femenina del mundo moderno. El machismo es la raíz de todo mal en nuestra sociedad. Lo más feo deriva de cómo el empoderamiento de las mujeres ha desestabilizado la masculinidad”

En realidad, Personal shopper propone un viaje al Otro Lado del Espejo con la lucidez como faro: en su recorrido, se combinan referencias a las creencias sobrenaturales de Victor Hugo; a la obra pictórica de la precursora del arte abstracto y miembro de la Sociedad Teosófica Hilma af Klint; al proletariado del mundo de la alta costura –encarnado en el arquetipo de esa personal shopper a la que da vida Kristen Stewart– y al modo en que las nuevas tecnologías nos ponen a diario en contacto con presencias descarnadas. “Que los smartphones son una puerta para relacionarnos con nuestro inconsciente no es una idea propia, sino un hecho”, puntualiza el director. “No me interesan como objetos, sino el modo en el que están transformando nuestra visión del mundo y la percepción que tenemos de nosotros mismos. Llevamos un cuarto de siglo conviviendo con los móviles y eso nos ha cambiado: el modo en que ese objeto nos conecta con Internet, que es como decir con el mundo entero o con todo el conocimiento acumulado, los convierte en extensiones protésicas de nuestros cerebros”.

Es la segunda vez que el cineasta colabora con Kristen Stewart, a la que la revista Sight&Sound consideraba recientemente como la Gran Estrella de Nuestro Tiempo: “Vi dos de las películas de la saga Crepúsculo y ya me impresionó, pero lo que me ganó fue su papel en Hacia rutas salvajes, de Sean Penn. Cuando pienso en un actor o actriz, no solo me planteo qué es lo que puede aportar a la película, sino, también, qué es lo que la película les puede aportar a ellos. Me impresionó tanto la naturalidad de Kristen que tuve la impresión de que nunca había tenido la oportunidad de ser ella misma en una película. En Viaje a Sils Maria le di un espacio que no tuvo en otros papeles. Aprendió mucho de la libertad y del modo intuitivo de apoderarse de la escena de Juliette Binoche”.

Maggie Cheung, Asia Argento y Mia Hansen-Love han sido otras de las fuerzas inspiradoras detrás de alguno de los proyectos de este autor que se considera un hombre que ama a las mujeres: “Soy feminista. Estoy del lado de la dimensión femenina del mundo moderno. El machismo es la raíz de todo mal en nuestra sociedad contemporánea. Creo que lo más feo de este mundo deriva de cómo el empoderamiento de las mujeres ha desestabilizado la masculinidad. Y la reacción de esta ha sido escalofriante. Podemos verlo en el mundo islámico, en Estados Unidos… Filosófica y políticamente estoy del lado del empoderamiento femenino. Eso es lo que más ha transformado el mundo en que vivimos de una manera positiva”.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_