10 cosas muy locas del enano de 'Twin Peaks' por las que no continúa en la serie
Desde ser fiel seguidor de Trump hasta insinuar que David Lynch es una persona horrible, pasando por grabarse vídeos muy extraños o declararse antisemita
Si una especie de brujo con turbante y perilla curva nos pidiese con voz exótica que pensáramos en Twin Peaks, por eso de revolver nuestra mente con fines no sabemos todavía si hipnóticos o qué, lo más probable es que acabáramos pasando por nuestra cabeza diapositivas con abetos, donuts, tarta de cereza, café y, oh, sí, un enano bailando. El enano no falla. Tú dices “Twin Peaks” y es prácticamente imposible que la gente no empiece a chasquear unos rítmicos y badalamentianos dedos en su interior, a modo de ambientación para la entrada semi-contorsionista de un enano vestido de rojo.
Michael J. Anderson fue el actor encargado de interpretar a este personaje tan emblemático. El llamado Hombre De Otro Lugar acabó pasando a la historia como una de las señas de identidad más poderosas del sustrato onírico de la serie, hasta el punto de convertirse en un cliché de manual para retratar Lo Raro. Sin embargo, no estará en la nueva temporada, que se estrena la madrugada de este domingo en Movistar +. Cuando el pasado 26 de abril Showtime anunció el reparto completo del regreso de la serie, el nombre de Michael J. Anderson no se encontraba entre los 217 elegidos. ¿Por qué? Bueno, digamos que Little Mike, como él mismo se denomina, es un poco especial. Repasemos algunas de sus singularidades más estridentes.
1. Le mola Trump
En un principio, Michael estaba con Bernie Sanders a tope (al igual que David Lynch, por cierto). Su Facebook era un huerto feliz de eslóganes contra el establishment, el 1% y la mujer que, para él, los representaba con diente sibilino: Hillary Clinton. Little Mike realmente odiaba a Hillary; tanto, que fue uno de los más ardientes defensores del movimiento Bernie or Bust, o lo que es lo mismo, Bernie o el caos, o lo que es lo mismo, Bernie o… Trump. “Ni Bernie ni Trump son productos corporativos como TODOS los demás candidatos, y cualquiera, sea del bando que sea, que no vea esto o piense que no es importante, está perdiendo de vista el verdadero significado de estas elecciones”, escribió en Facebook el intérprete.
2. Es un poco divo
Anderson siempre ha llevado a gala el haber inspirado la peculiar forma de hablar de los habitantes de la habitación roja de Twin Peaks. Por algún motivo, estaba entrenado en la marciana habilidad de hablar con soltura pronunciando las palabras del revés. Es sabido que Lynch se enamoró del efecto de revertir artificialmente, en la sala de montaje, lo que a su vez era una reversión oral en directo, obteniendo como resultado que las palabras se dijesen “del derecho” pero con una atmósfera verbal inquietante. Llevan tantos años contándonos esa historia que ahora a Anderson le dan ataquitos de importancia, hasta el punto de despreciar toda la serie… salvo las partes en las que sale él, claro.
Esto es lo que ha dicho recientemente sobre el tema: “No pude ver Twin Peaks cuando se emitió porque era muy aburrida. Cada vez que la ponía, salía gente hablando en una habitación. Sólo eso. (…) Me gustaba la parte en la que salía yo (porque estaba en ella), pero aun así no le acababa de ver ni una pizca de sentido.”
3. Le pierde la avaricia
La verdad es que esto no fue siempre así. El bueno de MJA lleva más de dos décadas viviendo de haber sido “el enano de Twin Peaks”, y sólo cuando las negociaciones con Showtime para reencarnar al personaje fracasaron, empezó a echar espumarajos por la boca cada vez que hablaba de la serie. El motivo de este fiasco es, claro, económico: Anderson se veía como una parte fundamental del engranaje lynchiano y exigía cobrar más. ¿El problema? La producción de esta nueva tanda de episodios fue bastante peculiar: salvo Kyle Maclachlan, se rumorea que todos los actores cobraron lo mismo, una cantidad, por otra parte, bastante modesta para los estándares de la televisión por cable.
Desde Tentaciones estamos a favor de los salarios dignos y apoyamos cualquier tipo de reivindicación sindical para mejorar las condiciones de los trabajadores, pero suena un poco raro que actores de la talla de Naomi Watts, Laura Dern, Tim Roth o Monica Belucci accedieran a participar en el show bajo estas condiciones, aunque sólo fuera por la experiencia de montarse en el tren de la bruja lynchiano, mientras el pequeño Mike, cuyo último gran éxito fue hacer de leprechaun como actor invitado en Embrujadas, se quedaba pataleando en casa. “Me han minusvalorado como a una corista”, llegó a declarar.
4. Se graba vídeos bastante raros en su casa
Éste se llama “me encanta reír”. Puede que él ría. Nosotros no. Nosotros al ver esto no reímos: temblamos.
5. Se graba vídeos bastante raros fuera de su casa
El título del vídeo no engaña: tras comprarse un dron, Mike decidió probarlo y hacerse un vídeo-selfie, no sin antes recoger unas cuantas tomas aéreas de la playa y el tráfico. Los minutos finales, cuando la cámara desciende y podemos ver a nuestro hombre encaramado a una muleta, son (no lo negaremos) algo descorazonadores.
6. Hace fanart de Star Trek con el nombre de DWARF STREK
Esto es… raro. Pero, bueno, supongo que tiene una explicación, ¿no? Mike se aburría en casa, y como le gusta de Star Trek, pues escribió y dirigió un episodio en el que todos los personajes estuvieran… interpretados por él. ¿El resultado? Entre la ternura y el escalofrío.
7. Hace fanart de CSI
Ok. No tengo ni la más remota idea de qué pretendía Mike con este vídeo, pero os juro que es el autor: entrad en la cuenta para comprobarlo.
8. Le echaron del Twin Peaks Festival por mal comportamiento
Cada año, durante el Twin Peaks Festival, los fans de la serie se congregan para celebrar el culto a la obra de Lynch y Frost con litros de café y toneladas de tarta de cereza. Es habitual que algunos actores del reparto original acudan para compartir la experiencia, pero no parece que Mike vaya a volver. Al parecer, la última vez que estuvo, el actor fue invitado a salir tras propasarse con persecuciones de carácter rijoso a varias chicas. ¿Hace falta que recordemos el punto número 1 de esta lista? Las piezas del puzzle empiezan a encajar, como demuestra el siguiente estado de Facebook:
9. Es antisemita
Anderson atribuye su falta de trabajo a una conspiración judía. Durante el rodaje de la segunda temporada de la serie Carnivale, tuvo varios encontronazos con los productores, que no sabían cómo frenar su comportamiento errático en el set. Pese a que la serie fue cancelada por bajas audiencias, Anderson suele establecer un relato paralelo protagonizado por hombres de pelo rizado y narices caricaturescamente aguileñas que, agazapados tras las sombras, mueven sus hilos para hacerle boicot. Así es cómo termina la biografía que él mismo ha escrito en Facebook para resumir su trayectoria: “Desde entonces, a pesar de la masiva demanda pública, [Michael J. Anderson] fue arbitrariamente calificado como nazi y maliciosamente incluido en la lista negra por la mafia judía de Hollywood como venganza por el holocausto de la Segunda Guerra Mundial”. El tono puede parecer sarcástico, pero su obsesión con el tema sale a relucir cada dos por tres en sus redes sociales.
10. Ha insinuado que David Lynch es… bueno, algo bastante horrible
En plena tensión tras el fracaso de las negociaciones con Showtime, el pequeño Mike entendió que podía ser muy divertido escribir un relato infame sobre (ejem) una persona indeterminada que “claramente no había hecho” muchas cosas. Por ejemplo, esa persona no había hecho con su propia hija lo mismo que Leland Palmer con la suya. Esta cobarde sucesión de antífrasis (una fórmula probablemente escogida para evitarse demandas) permanece aún a día de hoy en su foto de perfil de Facebook.
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