Fin del populismo
En los últimos 10 años hemos padecido una crisis mundial que ha incidido con especial virulencia en Europa. Ha creado el caldo de cultivo para el surgimiento de corrientes populistas con tendencias xenófobas y proteccionistas, que ponen en peligro el proceso de globalización. Si el Brexit significó el pasado año un toque de atención para los intereses de los países integrantes de la Unión Europea, la victoria de partidos liberales en las elecciones holandesas y francesas de 2017 ha supuesto un castigo al populismo y un voto de confianza al proyecto de construcción europeo. Sin embargo, no se debe bajar la guardia.— Javier Cordero Ruiz. Madrid.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.