Un juego

Solo una de estas noticias recientes es falsa, adivine cuál. Esperanza Aguirre, fichada en su día por una empresa de cazatalentos, dimite por tercera vez porque solo ficha corruptos. Irene Montero, de Podemos, se presenta en una tertulia de la radio sin ser invitada diciendo que el partido quiere que vaya ella, y no el que va siempre, Íñigo Errejón. Un testigo del caso Gürtel declara que la red corrupta cobró tres veces más caras las flores del homenaje a las víctimas del 11M. En el juicio llaman a declarar al presidente del Gobierno, el PP dice que es un “abuso” y él, “pura normalidad”, ambas cosas inciertas. El presidente del Atleti, Enrique Cerezo, dice que cuando habla con su amigo Ignacio González de su pufo del ático en Marbella sobre un tal Rafa, que a ver si les ayuda, no es Rafael Catalá, ministro de Justicia y fijo del palco del Calderón, aunque este Rafa les dice lo mismo que el ministro en un mensaje: “Ojalá se cierren pronto los líos”. Cerezo, cuando fue grabado pidiendo al comisario Villarejo parar la investigación, alegó que era un imitador. Ah, se reabre el caso contra Villarejo, acusado de apuñalar a una dermatóloga, y Javier López Madrid, directivo de la constructora Villar Mir, denunciado por acoso por la doctora. López Madrid, que hacía yoga con la Reina, pidió ayuda al despacho de abogados del comisario, que tenía dos trabajos a la vez. Jordi Pujol Ferrusola explica al juez que ha sacado 30 millones al extranjero, entre otras cosas, para una fábrica de tortitas ecológicas en México. Se compara con el vendedor catalán de porteros automáticos de La Escopeta Nacional. Solución: todas son ciertas, lo siento. (Es un juego que se hacía en Italia, nunca creí poder hacerlo aquí).