_
_
_
_
MARRAQUECH MESTIZO 
<strong>La Mamounia.</strong> Fue un encargo del sultán Sidi Mohammed ben Abdallah para el casamiento de su heredero, el príncipe Mamoun, en el siglo XVIII. Dos siglos más tarde, aquel sencillo parque de ocho hectáreas de olivares floreció de nuevo para el esparcimiento de los prebostes de la Compañía de Vías Férreas de Marruecos. Nacía, en 1923, el palacio hotelero de La Mamounia.
Los arquitectos Henri Prost y Antoine Marchisio fueron los encargados de un proyecto con raíces marraquechíes y un estilo art déco insólito en el continente africano. De todas partes del mundo llegaron artistas y hombres de negocios. Winston Churchill le confesó a Franklin D. Roosevelt durante una puesta de sol: “La Mamounia es el lugar más encantador del mundo”.
En 2009, después de tres años de trabajo y 120 millones de euros, el hotel reabrió tras una remodelación confiada al francés Jacques García. Un ejercicio de restauración hispanoárabe modélico. Los salones antañones encierran hoy molduras estilizadas y mobiliario vanguardista. Pero lo perdurable en la memoria sigue siendo el sabor de sus cocinas: francesa, italiana, mediterránea y marroquí, cuyas evocaciones culinarias perfuman la terraza de arabismo.

<p><em>Avenida Prince Moulay Rachid. Marraquech, Marruecos. 
+212 52 43 886 00. www.mamounia.com.</em></p>
8 fotos

El renacer de los hoteles legendarios

Alojamientos míticos del mundo se someten a reformas multimillonarias para actualizarse y reinventarse.

_
_