Este verano las piscinas se visten de nostalgia
Las fotografías de Slim Aarons de la vida estadounidense de los años cincuenta inspiran las colecciones de esta temporada de Michael Kors o Miuccia Prada
Las vacaciones permanentes en las que viven las protagonistas de las fotografías de Slim Aarons han sido fuente principal de inspiración para algunas de las colecciones de esta primavera-verano. Aarons, conocido por sus idealizadas estampas de la alta sociedad estadounidense de los años cincuenta y sesenta, decía que su trabajo consistía en “fotografiar a gente atractiva haciendo cosas atractivas en sitios atractivos”. El otoño pasado, Getty Images y la editorial Abrams lanzaron junto a Michael Kors un nuevo libro del fotógrafo: Slim Aarons: Women. “Siempre habrá un poco de Slim en lo que hago”, explicaba el diseñador a Vogue: “Miras sus fotos, y toda chica que conozco sueña con ser como una de esas mujeres. Su trabajo ha logrado trascender en el tiempo”. No ha sido entonces casual que los estampados y las siluetas retro que lucen las protagonistas de las fotos de Aarons se dejaran ver en la colección de este verano de Michael Kors. Un conjunto de bralette y falda de jacquard de flores rojas, naranjas y blancas con lentejuelas y un biquini dos piezas con braguita de talle alta hacían viajar la imaginación hacía las gloriosas piscinas en las que se tostaban al sol las mujeres de la alta sociedad de Aarons.
Si alguien se ha zambullido de lleno en el universo del fotógrafo, esa ha sido Miuccia Prada. Sus chicas de Miu Miu desfilaron en París ataviadas con gorros de piscina rematados con flores y toallas de colores dobladas encima de las prendas como estolas. “El verano es el verano, y la playa es la playa”, le explicaba Prada al editor de moda Tim Blanks sobre la colección. Y reflexionaba: “Son soleadas, pero dan miedo. Porque ¿cuánto tiempo más las tendremos?”. Parece que, además de las playas, en tiempos de Instagram la exclusividad está también en peligro de extinción. Con la intención de mimar a esos reductos de resistencia, Prada ha rediseñado las tiendas que tiene en los enclaves costeros de lujo de Costa Smeralda, Forte dei Marmi y Capri con un interiorismo que es puro Aarons: suelos de mármol negro y blanco, papeles estampados en las paredes, toque de madera de teka y muebles de época, como las sillas de ratán de Franco Albini.
Pero las de Aarons no han sido las únicas piscinas en las que han nadado los diseñadores este verano. Thom Browne, que hizo desfilar a sus modelos en un decorado que recreaba el interior de una piscina forrada de azulejos, fue explícito con su inspiración: “Es una divertida fiesta de piscina en la que Slim Aarons y David Hockney se encuentran”, resumía al portal especializado en moda WWD. Es difícil concretar si existen piscinas más evocadoras que las de Hockney, que justo hasta el 29 de mayo expone en la Tate Britain su mayor retrospectiva. Uno de sus cuadros más famosos, A Bigger Splash (1967), recoge la fascinación que sintió el artista por Los Ángeles y su relajado estilo de vida desde que visitó la ciudad por primera vez en 1963. Tras varias idas y venidas, en 1976 se instalaría definitivamente en esta ciudad.
Laura Hawk, asistente de Aarons desde principios de los ochenta y hasta su muerte en 2006, señala en el prefacio de Slim Aarons: Women cómo el fotógrafo fue pionero del “retrato de ambiente”, en el que el entorno es tan importante como el protagonista: “Slim tenía un deseo casi infantil de idealizar cada puesta en escena”, explica. “Las fotos que creaba contaban una historia, y la colocación de los detalles visuales son piezas de esta ficción”. Kors, Prada y Brown nos invitan este verano a bucear en esta fantasía para regresar, aunque sea por unos minutos, a esas largas tardes a la vera de la piscina en las que los móviles no interrumpían y el tiempo parecía detenerse.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.