El buen profesional
El afán de superación, el contraste de pareceres, la formación continua, el respeto a los demás, la colaboración con los miembros de los equipos humanos, etcétera, permitirán dar respuestas correctas y rápidas a los demandantes de nuestra actividad; lo contrario es engañar, ser parásitos sociales, incompetentes. Ser buen profesional es motivo de sano orgullo, de, por ejemplo, aportar nuestro granito de arena a que este mundo funcione mejor. Con la educación de maestros y padres se conseguirá.— Marcelino Corcho Bragado. Zamora.
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