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Xuxa, la reina de los bajitos, se vuelve ‘youtuber’

La cantante y presentadora infantil brasileña se reinventa a los 54 años con su propio canal en la plataforma de vídeos

Xuxa, en un evento benéfico en Miami en 2015.
Xuxa, en un evento benéfico en Miami en 2015.cordon press
Tom C. Avendaño

La avioneta en la que Xuxa Meneghel, quien en los años ochenta y noventa fue la mujer más famosa de Brasil, viajaba al norte del país el diciembre pasado fue alcanzada por un rayo en pleno vuelo. Tras un aterrizaje de emergencia en un aeródromo de Brasilia, la expresentadora de televisión infantil, hoy de 54 años, sacó un móvil y comenzó a grabarse. Sin maquillar, notablemente agitada y con un hilo de voz, improvisó un relato del percance y luego lo subió a YouTube prácticamente sin editar. El resultado, Pessoal, está tudo bem! (¡Gente, todo bien, en castellano!), obtuvo más de un millón y medio de visionados. Una buena muestra de la dedicación de Xuxa a Canal X, la cadena que creó el pasado octubre en la plataforma de vídeos.

Salvar

También muestra la estética que La reina de los bajitos anda buscando estos días. En otros vídeos de Canal X, la Xuxa desmaquillada prueba consejos de belleza caseros, como ponerse yogur natural en la cara (“te ruboriza la piel”) o miel en cualquier parte del cuerpo (“porque hidrata”). También va a cenar con su hija en Nueva York. Responde a preguntas de fans (“¿Cuál fue tu viaje más extraño? Bora Bora: no tenían tiendas”). En estos tiempos en los que la audiencia en televisión no es lo que fue y el público sigue vidas privadas en redes sociales, Xuxa parece empeñada en demostrar que ella también puede ser persona.

Xuxa y su hija, Sasha Meneghel, en una gala en Miami en 2015.
Xuxa y su hija, Sasha Meneghel, en una gala en Miami en 2015.cordon press

No fue siempre así. A lo largo de 30 años de carrera, Maria da Graça Meneghel transmitió una perfección impenetrable, una imagen blanca en todos los sentidos, para un país entonces aterrado de ser otra cosa. En 1983, dejó su carrera de modelo en Nueva York para dedicarse a la televisión infantil en su Brasil natal. A partir de ahí se convirtió en una virtuosa encantadora de niños, alguien que, sin mostrar esfuerzo alguno, lograba hipnotizar a los pequeños. Los del plató la obedecían; los que la seguían desde sus casas la acompañaban por todos los programas y películas que iba protagonizando. Fue novia de Pelé y Ayrton Senna, probablemente los dos únicos hombres amados incondicionalmente por todo el país. Los más inalcanzables, sin duda. En 1992 exportó su marca de programas musicales para niños a España y Argentina. Para entonces, había vendido 18 millones de discos. Años en los que People la incluyó en su lista de las 50 personas más bellas del planeta y Forbes, entre las más ricas. Era la mujer perfecta logrando lo más valorado en aquel momento: no parecerse a nadie.

En 2011 todavía intentaba ceñirse a esa fórmula, aunque ya se le notaba el desgaste. Había pasado a la televisión de las mañanas y, con 48 años, iba ahora a por el público preescolar. Aquel año se hizo popular un vídeo de YouTube con la grabación de uno de sus primeros programas. La cinta VHS de la que provenía estaba tan dañada que Xuxa aparecía de color verde pero se la podía ver en directo, inexperta, desesperada por calmar a un grupo de niños. Intenta dar empujoncitos, levanta la voz… Son cuatro minutos de agobio pero lo cambiaron todo. “Xuxa Verde” fue uno de los memes más populares de Brasil y una de las primeras veces que se vio a la presentadora en un aprieto terrenal, como cualquier otro ser humano. También apuntó a una nueva posibilidad: los niños que crecieron con ella podían ser clientes más fieles que los niños pequeños.

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Gente vou entrar ao vivo agora pelo meu canal( canal X)

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Xuxa no reaccionó entonces. Lo hizo a partir de 2015, cuando acabó su contrato con la cadena TV Globo y ella intentó reinventarse, sin mucho éxito, como entrevistadora al estilo Ellen DeGeneres. Pero desde entonces no ha parado de explotar su potencial viral, hoy también gracias a sus cinco millones de seguidores en su cuenta de Instagram. Netflix, por ejemplo, la contrató en 2016 para promocionar Stranger Things, una serie dirigida a nostálgicos de los ochenta. En diciembre organizó una serie de conciertos: sus viejas canciones, con toques kitsch y drag queens. Abrió su canal de YouTube, organizó una parrilla de vídeos nostálgicos, retransmisiones en directo para contarle su vida a los fans y consejos de belleza. Así, se lanzó de pleno a seducir a la generación que ella misma había criado. Así le parta un rayo en pleno vuelo.

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Sobre la firma

Tom C. Avendaño
Subdirector de la revista ICON. Publica en EL PAÍS desde 2010, cuando escribió, además de en el diario, en EL PAÍS SEMANAL o El Viajero, antes de formar parte del equipo fundador de ICON. Trabajó tres años en la redacción de EL PAÍS Brasil y, al volver a España, se incorporó a la sección de Cultura como responsable del área de Televisión.

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