11 fotosAsí es la Casa TomadaEn El Salvador, uno de los países más violentos del mundo, existe un lugar donde se impulsan proyectos de desarrollo innovadores que se ha hecho famosoGabriel PecotSan Salvador - 29 mar 2017 - 08:44CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceEn el laboratorio de innovación y nuevas tecnologías de la Casa Tomada se les facilita a los emprendedores el acceso a tecnología de última generación, como una impresora 3D (en la imagen imprimiendo un diseño de código abierto). Se trabaja con licencias libres y de manera colaborativa. Gabriel PecotKarla Hernández coordina el área de electrónica libre en el lab. Estudia primer año de ingeniería biomédica. Proviene de un barrio y de una familia de escasos recursos. Con 23 años ya imparte conferencias sobre programación y software libre. Le gusta decir en sus charlas que el software es como el sexo: “Se disfruta mejor si es gratis y legal”. El lab le ha abierto un mundo de posibilidades. Sueña con una fundación para el mantenimiento y reparación de equipos sanitarios. Gabriel PecotLa Casa Tomada son 17 espacios “tomados” por emprendedores sociales, innovadores, artistas, diseñadores y una multitud de energías creativas. Estos espacios de cocreación, habitados desde 2012, fueron posibles gracias al apoyo del Centro Cultural de España en El Salvador y de un proyecto de cultura de paz financiado por la Unión Europea. Gabriel PecotEnrique Alarcón está a cargo del espacio audiovisual y registra con su cámara la evolución de la Casa Tomada. Es el primer licenciado de una familia de origen humilde. Actualmente realiza un documental sobre la casa junto al cineasta salvadoreño André Guttfreund, el único salvadoreño galardonado con un Oscar, que también gestiona en la Casa Tomada la Asociación de Cineastas ASCINE.Gabriel PecotLidy y el Negro Malakalle, eran una pareja de malabaristas. A raíz de su encuentro con otros grupos en La Casa Tomada, se unieron al colectivo artístico Vacilarte que ha hecho emerger el potencia artístico de los jóvenes del barrio de Las Palmas. Ahora son gestores de cultura comunitaria. “En el barrio mucha gente está resentida con los medios de comunicación por el excesivo amarillismo de las noticias que dan de nuestros vecinos”, dice Lidy. Gabriel PecotEl colectivo Vacilarte, vecinos del barrio de Las Palmas trabaja en conjunto con el colegio de la comunidad en talleres de percusión para jóvenes de diferentes edades. Gabriel PecotLidy Malakalle en el barrio. “Las mujeres han sido la clave para entrar en la comunidad”, según Fernando Fajardo, promotor de la Casa Tomada, en su etapa como director del Centro Cultural de España en El Salvador. Sin ellas, no hubiéramos podido trabajar allí dentro.Gabriel PecotCasi nadie lo conoce ya por su nombre real, Samuel, sino por el artístico: Snif. Un cantante de hip hop. Tiene 23 años y nació con la rima en las venas. Vive en el barrio Mariona, donde se ubica uno de los penales más terribles de El Salvador. Snif ha encontrado en el hip hop una forma de denuncia social, y de sacar a otros jóvenes de la violencia. “Un cantante de hip hop más, es un delincuente menos”, dice.Gabriel PecotNo hay concierto donde no le pidan a Snif su canción de cabecera: “Barrio”, incluida en su primer EP, titulado Te lo cuento. En “Barrio” cuenta su propia historia y la de sus vecinos: “conozco campeones mundiales/ que han salido a la luz de las zonas marginales”.Gabriel PecotDoña Angelita trabaja junto a Beatriz Alcaide en la cafetería de La Casa Tomada, el punto neurálgico donde confluyen todos los espíritus creativos que la habitan. Vive en el barrio de Las Palmas, célebre por ser donde se hacinan 10.000 personas en un entorno muy pobre y haber sido centro de la mara 18. Varias mujeres de la comunidad trabajan y ayudan a conectar la Casa con el barrio. Gabriel PecotSnif se autodenomina “este bichito del Mariona”, el nombre de su barrio. Ha ayudado a reducir el estigma contra los cantantes de su género y contra el mundo de los grafiteros. El día más feliz: cuando vio a su familia entrar a un “toque” (un concierto) suyo a oírle cantar. Gabriel Pecot