¿Puede un aula facilitar el aprendizaje?
Carnicero y Del Río defienden que la clase es el tercer profesor en su proyecto para una academia de inglés
Los arquitectos del estudio RICA están convencidos de que la clase es el tercer profesor. Y lo han puesto a prueba en su proyecto para la sede de la escuela de idiomas madrileña English For Fun.
Lorena del Río e Iñaqui Carnicero defiende que en los colegios la clase tiene tanta importancia como las asignaturas. También que el trabajo colectivo debe convivir en las escuelas con una atención individual. Sus ideas se basan en las predicadas por la Escuela de educadores de Reggio Emilia —que defiende la auto-elección del alumno y la atención a sus interpretaciones personales por encima de la defensa de las ideas grupales— como parte del proceso de aprendizaje el niño. ¿Cómo transformar ese ideario en un espacio?
Del Río y Carnicero han diseñado unas aulas que se configuran y reconfiguran jugando con elementos multiuso de madera con acabado lacado que pueden utilizarse como mesa, como asiento, para levantar un muro o para contener materiales. La idea detrás de ese lego a escala real es reinventar la clase según las necesidades cambiantes de la educación. Ese cambio continuo busca facilitar, pero también hacer visible, el proceso de aprendizaje de los alumnos. Los arquitectos hablan de juego y aventura, de construcción continua y de un muro habitable. Se trata más de una geometría disponible o mutable, que de una geometría rota. Aunque también sea esto último.
El muro-mobiliario habitable de las aulas está construido con madera. La intervención en el centro tuvo un coste, de acuerdo con los arquitectos, de 175 euros por metro cuadrado.
Babelia
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