Guía práctica para ir a Disneyland París con niños
Guía para viajar en familia al parque temático, que celebra su 25º aniversario
El pasado 25 de marzo comenzaron los actos de celebración del 25º aniversario de Disneyland París. Así que al habitual despliegue de magia del parque temático se han sumado nuevos espectáculos, desfiles y atracciones, que se pueden consultar en su página web. Si estás planeando un viaje a Disney, lo mejor, aparte de preguntar ofertas en agencias de viajes, es pasearte por alguna de las páginas y foros especializados (¡son un verdadero mundo!), donde explican otras opciones como reservar a través de las webs oficiales de Disney de otros países europeos, donde a veces hay mejores ofertas, o sitios donde alojarse además de en los hoteles oficiales del parque. Nuestro Neverland y Dlpboa, por ejemplo, están llenos de información útil.
Después de pasar unos días en Disney con tres niños, recojo algunos consejos prácticos que os pueden ser útiles:
1.¿Desde qué edad? Mis hijos tienen 5, 7 y 9 años. Pensamos que era mejor esperar a que fueran un poco más grandes para que pudieran montarse en más cosas y se acordaran después del viaje, pero en el parque hemos visto familias con bebés de meses, así como pandillas de adolescentes y parejas o grupos de adultos sin niños. Así que para cada edad debe tener su atractivo. En nuestro caso, a la más pequeña, por ejemplo, era a la única que aún le hacían ilusión los personajes, la única que quería hacerse fotos con el pato Donald o con Baloo. Mientras que los mayores lo que querían era montarse en las atracciones, y cuanto más fuertes, mejor. Yo no le veo mucho sentido a ir con un bebé de meses, pero creo que a partir de los dos años sí pueden disfrutarlo de verdad, a la vez que aún mantienen la ilusión de que los personajes son reales. A cambio, en unos años probablemente no se acuerden más que de lo que vean en foto.
2. ¿Cuánto días? Para verlo todo y montarse en el mayor número de atracciones posibles, lo ideal son cuatro días. En tres días se puede, pero más a la carrera, y si coincide con días con mucha afluencia, probablemente se disfrute de pocas atracciones porque las colas para algunas son realmente desesperantes.
3. ¿Cuántos días necesitamos para cada parque? Disneyland París son, en realidad, dos parques, que están uno al lado del otro: Disneyland Park y Walt Disney Studios. Dependiendo de vuestros gustos y las edades de los niños, podéis dedicar más o menos tiempo a un parque u otro. Disneyland Park es, digamos, el Disney de toda la vida, con el castillo de la Bella Durmiente, Mickey y sus amigos, etcétera. Es más grande y tiene más atracciones pensadas para los más pequeños, como toda la zona de Fantasyland. Walt´s Disney Studio está más centrado en el mundo del cine y es mucho más pequeño. Normalmente se recomienda dedicar un día a los Studios y el resto a Disneyland, aunque si tenéis niños más pequeños, hasta los 5-6 años, puede que os baste con medio día, ya que no hay tantas atracciones para ellos y los espectáculos, como Cinémagique, Moteurs... Action! y el nocturno de Star Wars, los disfrutan más a partir de esa edad. Y al revés, si los niños son más grandes, puede que queráis pasar ahí día y medio, para repetir en atracciones como las montañas rusas de Nemo y de Aerosmith o la Torre del Terror.
4. ¿Cuándo ir? Esto es fundamental: el mayor número posible de días entre semana, de lunes a jueves. Ya sé que es difícil escaparse del trabajo y del colegio durante el año y que la mayoría tiene que aprovechar puentes y vacaciones, pero si podéis huir de los fines de semana, festivos y vacaciones, vuestra paciencia y vuestro bolsillo lo van a agradecer. Nosotros fuimos en marzo, aprovechando que el mayor no perdía clase porque era la semana blanca. De martes a jueves, que era temporada baja, había pocas colas (solo en un par de atracciones de las más populares, 30-40 minutos) y nos pudimos montar en lo que quisimos, pasear y comer tranquilamente y ver el desfile y los espectáculos nocturnos con comodidad. El viernes, calificado como temporada media, ya se notaban colas más largas. El sábado (calificado por la web de Disney como temporada alta) nos fuimos a París en previsión de la marabunta, pero con solo ver la marea de gente que se dirigía de la estación de tren a los parques ya era agobiante. Y el domingo, que solo nos quedaban tres horas por la mañana antes de coger el avión, y en teoría es mejor día que el sábado, nos encontramos colas de 85 minutos (cada atracción tiene un cartel electrónico que indica el tiempo de espera) y fastpass agotados desde primera hora. Estoy segura de que tres días en temporada baja cunden mucho más que cuatro o cinco en temporada alta. Y salen mucho más barato.
En este calendario podéis ver cómo clasifica las temporadas Disney y haceros una idea de lo que os puede esperar en las fechas elegidas. Ojo que los niños franceses tienen vacaciones en fechas no habituales en España, y también sube la afluencia.
5. Fastpass. Hablando de colas, es fundamental conocer el funcionamiento de los fastpass. Consiste en que en algunas de las atracciones con más afluencia, hay unas máquinas cerca del acceso de la atracción en las que escaneas tu entrada de acceso al parque, y te dan un tiquet donde te citan para más adelante, en un intervalo de media hora, durante el cual puedes pasar por una entrada especial por la que te saltas gran parte de la cola. Hay que sacar uno por persona que se vaya a montar, y solo se puede tener uno vigente a la vez. Es decir, si tienes un fastpass para una atracción de 12.00 a 12.30, no te puedes sacar otro hasta que lleguen las 12.01. En ese momento ya sí te dejan, no hace falta esperar a las 12.30. Lo habitual es ir temprano por la mañana y sacar el fastpass de la atracción que más nos apetezca y con más cola, y luego ir a disfrutar de las demás. En el ejemplo anterior, a las 12.01 o después de montar en la atracción, puedes ir a sacarte otro. Pero ojo, en días de mucha afluencia, como nos pasó el domingo, a las 10.30 ya nos daban el fastpass para las cuatro de la tarde. Y muchas veces, a partir de mediodía ya no se pueden sacar porque ya se han agotado todos los turnos del día. Si tienes datos en el móvil, también puedes ir mirando los tiempos de espera en la app de Disney.
6. Baby switch. Nosotros no lo usamos, pero Disney tiene pensado un sistema para que los padres que vayan con un niño puedan montar en las atracciones en las que no se vaya a subir el pequeño por turno, para no dejarlo solo, y sin hacer la cola dos veces. Al llegar a la entrada de la atracción, se le dice al empleado que se quiere hacer baby switch, y este te dice dónde esperar. Cuando el primer adulto se ha montado y sale, se queda con el niño y se monta el segundo sin esperar de nuevo la cola.
7. Carros. Ir a Disney es muy cansado. Agotador. Cuando volví, decía que necesitaba unas vacaciones de las vacaciones. Si es así para los adultos, imaginaos lo que es para los niños, por mucha ilusión que tengan. Así que no os extrañe ver a niños de 4-5 años en sillita de paseo, o bien traída desde casa, o bien alquilada en el propio parque. Nunca me ha gustado llevar a los niños pasados los dos años y pico en el carro, pero con la pequeña, que tiene 5 y medio, lo eché de menos en algunos momentos. Y es que hay que andar mucho, y en algunos momentos, todavía se duerme una cabezadita. El primer día, por ejemplo, que tuvimos que madrugar mucho para coger el avión, vi el espectáculo nocturno con ella en brazos y tuve que cargarla así hasta el autobús que nos llevaba al hotel, un camino en el que se puede tardar unos 10 minutos, y todo después de un día de estar pateando. A los españoles nos llama mucho la atención, pero para montar en cada atracción, se deja el carro aparcado en una zona cerca de la entrada de cada una, y no parece que haya ningún problema de seguridad. De hecho, he visto carros atestados de cosas. En los foros recomiendan que si amenaza lluvia (algo habitual en cualquier estación en París), se deje el plástico protector antes de subir a la atracción para no encontrarse el carro empapado al salir.
8. Agua y baños. El agua de grifo está muy buena, y se pueden llenar botellas en cualquier baño. También hay fuentes durante el recorrido, así que para evitar el sablazo de comprar agua embotellada, es buena idea llevar una botellita vacía (lo mismo se puede hacer para pasar el control de seguridad del aeropuerto y no tener que comprarla dentro). En cuanto a los cuartos de baños, hay dos por zona temática. Lo mejor es tenerlos localizados y preguntar a los niños si quieren ir de vez en cuando para no encontrarse con urgencias justo cuando toca montar. Suelen estar muy limpios. En muchos de ellos, tanto femeninos como masculinos, hay cambiadores. También hay en cada uno de los parques un Baby Care Centre, con cambiadores, microondas, calentadores de biberones, tronas y sillones para dar el pecho, potitos y pañales.
9. Comida. Si te alojas en uno de los hoteles Disney, puedes contratar cuatro regímenes de pensión, que incluyen desayuno y, según lo que se elija, almuerzo o cena (media pensión) o ambos (pensión completa): el Hotel (solo puedes comer en el restaurante de tu hotel); el Standard (puedes comer y cenar en los restaurantes de buffet tanto de los parques como de los hoteles Disney y en los de comida rápida); el Plus (incluye todos los del Standard y algunos más con un menú a elegir entre dos platos); y el Premium (incluye todos los anteriores más algunos a la carta y los especiales, con personajes o espectáculo). En esta página están detallados los restaurantes y los precios sin oferta. Al llegar te dan unos vales para cada comida por persona. Estos vales se pueden usar también para canjear por su valor en restaurantes de categoría superior, en los que pagas la diferencia.
Importante: reservar los restaurantes por adelantado. Si se puede, sobre todo si es una temporada de mucha afluencia, desde varias semanas antes, llamando al +33 1 60 30 40 50. Aunque fueran de buffet y en temporada baja, nosotros, que llevábamos la pensión completa Standard, notamos el ahorro de colas que tenían que esperar los que no llevaban reserva. También se pueden reservar al llegar, en el mostrador del hotel, o en el City Hall dentro del Parque Disneyland.
- Desayuno: nosotros desayunamos todos los días en el hotel, buffet con pan para tostadas, cereales, macedonia de fruta, quesos y algunos embutidos. Nada del otro mundo. Café, leche, zumos y agua caliente para infusiones, de máquinas de las que te sirves tú mismo.
- Comidas: el primer día, que no nos daba tiempo a un restaurante, comimos en una pizzería rápida, en la que hay varios menús que ni fú ni fa. Y otro día almorzamos en el restaurante de Ratatouille, el Chez Remy, en los Studios, porque es muy bonito (es como el restaurante que abre Remy para los ratones al final de la película), aunque solo puedes elegir entre dos primeros y dos segundos y para niños que odian todo lo verde, como los míos, no les resultó tan apetecible. El resto de los días, desayunamos, comimos y cenamos de buffet, con todo lo bueno y lo malo que conlleva. Las comidas las hicimos en el Plaza Gardens (comida internacional, las cosas bastante ricas, mucha gente) y en el Agrabah (cocina "árabe", con cuscus, ensaladas orientales, postres... En general bastante rico, y la ambientación es muy bonita); ambos recomendables.
- Meriendas: si vas con un plan de comida contratado, entre los múltiples vales que te dan a tu llegada también te encontrarás los del Pause Gourmandie, una merienda que se sirve de 15.00 a 18.00 en los restaurantes de comida rápida indicados en el propio vale. Consiste en una bebida caliente o fría y un donut algo aplastado o una barrita Mars helada.
- Cenas: Nos hartamos de tex-mex porque todos los restaurantes que entraban en nuestro plan para las cenas eran de este tipo (La Cantina, en nuestro hotel, el Chuck Wagon Café, en el hotel Cheyenne, y el La Grange at Billy Bob´s Country Western Saloon, en el Village). Cinco noches cenando pseudofajitas, chile con carne, nachos y similares... Por supuesto, acabamos de tex-mex bastante hartos, aunque en general la comida está buena. En todos los buffets, tanto de comida como de cena, tienen la consabida zona infantil con macarrones con tomate, pizza y pollo, así como chuches y fuentes de chocolate. En nuestro caso, los propios niños acabaron un poco hartos de este tipo de comida, tanto que hasta el mayor cogió un par de veces, y voluntariamente, unos trocitos de ensalada...
Si vas con bebés y niños menores de tres años, por lo que he leído en los foros, al comer en un restaurante puedes pedir un potito, te lo dan gratis. También se pueden comprar en las tiendas. En los restaurantes suele haber microondas para calentarlos, o si no se puede pedir al personal que lo hagan.
¿Vale la pena ir con pensión completa? No lo tengo muy claro. Nosotros íbamos con una oferta que la incluía al precio de la media pensión. Por un lado, te quitas la preocupación de pensar en comprar comida o buscar sitios fuera del parque o de los hoteles. Pero por otro, llega un momento en que tienes la sensación de que gran parte del viaje gira en torno a llegar a tiempo al restaurante de turno para comer, y es un poco agobiante.
10. Las atracciones y espectáculos imprescindibles. En Disney, la entrada a las atracciones va por altura. Muchas están pensadas para toda la familia y pueden entrar hasta los bebés. Pero en otras, sobre todo en las más fuertes, requieren medir un mínimo, según la atracción. La más restrictiva es la montaña rusa de Indiana Jones (aunque no es la más fuerte), en la que piden 1,40 metros. Hay que tener en cuenta que aquí, todo está perfectamente ambientado, así que aunque haya cierta tendencia a ir de un lado para otro rápido para montarse en más cosas, vale la pena por lo menos un día pasear de forma más pausada, fijándose en los detalles. También hay que consultar porque en cada época puedes encontrar unas u otras atracciones cerradas (Cinémagique, que nos encantó, en los Studios, está cerrado desde el día 30). En nuestro caso, nos perdimos dos de las mejores, Space Mountain (que reabre ahora ambientada con Star Wars) y Piratas del Caribe. Así que, con esas ausencias, aquí van nuestros favoritos:
- Big Thunder Mountain: es nuestra montaña rusa familiar, la única que le gustó a Elisa, la pequeña, y al padre de las criaturas (el resto somos unos locos de las emociones fuertes). El mínimo de altura es 1,02, y aunque entran niños bastante pequeños, no quiere decir que sea suave en absoluto. Tiene bajadas vertiginosas, en un ambiente de tren minero, aunque no tiene loopings. Está en Frontierland, y es una de las que tiene mayores colas. Hay fastpass.
- Peter Pan´s Flight. Una preciosidad, también para toda la familia. Los coches en los que te montas son minigaleones, y te llevan en un recorrido por los escenarios de Peter Pan, con la sensación de estar volando. Sin límite de altura. Está en Fantasyland, y es una de las que tiene mayores colas. Hay fastpass.
- It´s a small world. Es otro recorrido, este en barcas, por los distintos países del mundo, con paisajes, animales y muñequitos en ropas típicas. Todo muy naif pero muy mono. A la pequeña le encantó. No hay límite de altura y no tiene mucha cola, además de que va bastante rápido. Está en Fantansyland.
- Autopia. Son unos cochecitos que pueden conducir los niños, ellos solos, en un recorrido. No se salen porque van sobre raíles, pero tienes que guiarlos de verdad con el volante y el acelerador, así que les encanta. La altura mínima es de 81 cms. Está en Discoveryland.
- Alice´s Curious Labyrinth. Es un laberinto en el que es imposible perderse, ambientado con los personajes de Alicia en el País de las Maravillas, y que termina subiendo al castillo de la reina. Es muy mono, aunque creo que me gustó más a mí que a los niños. Sin límite de altura. Está en Fantasyland.
- Ratatouille: The Adventure. Es una atracción familiar, donde te montas en un coche-ratón, con unas gafas 3-D, y parece que encoges al tamaño de Remy y entras con él a su cocina. Muy divertido. Sin límite de altura, y con mucha cola. Hay fastpass. En los Studios. La zona donde está está ambientada muy bonita.
- Crush´s Coaster. Es la montaña rusa de Nemo, que te lleva como si fueras en la corriente oceánica con las tortugas. La gracia es que el coche, a la vez que hace el recorrido, gira sobre sí mismo. La altura mínima es de 1,07 m. así que se pueden montar niños muy pequeños, pero es fuerte, por lo que si no son muy amantes de las atracciones bruscas, se pueden asustar. A Elisa, que le encantó la Big Thunder Mountain, esta no le hizo ni pizca de gracia. Un fallo es que no tiene fastpass, pese a ser una de las más concurridas, así que las colas están aseguradas. Sí tiene una cola especial para los que estén dispuestos a montarse de uno en uno. En los Studios.
- Rock´n´Roller Coaster starring Aerosmith. La montaña rusa de los Studios, es de las más fuertes, con un looping y algunos tirabuzones. La altura mínima es de 1,20 m. así que la mediana, de 7 años, se pudo montar. En este viaje ha descubierto su afición por las montañas rusas, ya que hasta ahora, solo se había montado en una más suave en el Parque de Atracciones de Madrid. Tiene fastpass pero de todas formas va bastante rápido.
- The Twilight Zone Tower of Terror. Una curiosa caída libre ya que es interior, aunque al llegar arriba del todo abren un momento una ventana para que aprecies la altura a la que te encuentras. La altura mínima es de 1,02, y tiene bastante gracia, aunque a los más pequeños les puede asustar, tanto por el ambiente como por la caída. En los Studios, es una de las más solicitadas, y aunque tiene fastpass, nosotros tuvimos que esperar más de media hora, aunque creo que fue porque se averió uno de los ascensores.
- Moteurs... Action! Para los aficionados a coches y motos, especialistas de cine hacen acrobacias y auténticas virguerías con vehículos, para mostrar las tripas de un rodaje de una película de acción. Se presenta en francés e inglés, aunque se puede ver sin entenderlo. En los Studios.
- Desfiles. Todas las tardes hay un desfile delante del castillo, con grandes carrozas con los principales personajes. Para el 25º aniversario, hay un desfile nuevo, Disney Stars on Parede, que seguro que será espectacular. Según lo aficionados que seáis a los personajes Disney, vale la pena verlo al menos una vez. Ojo que con gente hay que coger sitio al menos media hora antes (como una cabalgata de Reyes pero sin caramelos), y que se cortan caminos de los alrededores. A lo largo del día, hay otros desfiles más pequeños, por ejemplo, de Anna y Elsa en una carroza, o de los soldados imperiales de Star Wars en los Studios. Al llegar al parque, es imprescindible coger un programa para ver los horarios de la semana.
- Espectáculos nocturnos. En el Parque Disneyland, todas las noches, al cierre (la hora depende del día), hay un impresionante espectáculo que combina imágenes de películas, música, juegos de luz y agua y fuegos artificiales. También se estrenará uno con motivo del 25º aniversario. Se proyecta contra el castillo, así que hay que colocarse mirando hacia él. Aunque de cerca se verá mejor, también se ve bastante bien desde caminos laterales e incluso desde Main Street, enfilando hacia la salida. Hay que verlo por lo menos una vez. Ojo que al terminar, tooooodos los que estaban en el parque se dirigen simultáneamente hacia la salida, y se forman verdaderos atascos. Si regresas a un hotel Disney en los autobuses gratuitos, también se forman grandes colas. Si no te quedas a ver el espectáculo, vale la pena salir un poco antes para evitarlo. En los Studios, cuando estuvimos el espectáculo de cierre era de Star Wars, y se proyectaba contra la Hollywood Tower, aunque salían algunos personajes sobre un pequeño escenario en la plaza principal. Por la página web de Disney no me queda muy claro si seguirá estos meses, pero si está, vale la pena.
11. Un pupurrí de consejos para acabar:
Ojo a las compras. Todas las tiendas te incitan al consumismo. Son bonitas, están llenas de peluches blanditos y achuchables, más de la mitad de las visitantes llevan diademas con orejas de Minnie... Así que hay que hacer un ejercicio de contención. Nosotros limitamos las compras a un regalo por persona, así que los niños tuvieron que mirar en varias tiendas hasta decidirse por lo que de verdad querían. Aún así, al final acabé comprándoles un par de bolis de personajes. Error. Bolis a casi 10 euros que dejaron de pintar según salimos de la tienda. También hay que tener cuidado porque en el aeropuerto no viven la magia de Disney. He visto con mis propios ojos como requisaban una preciosa bola de esas que parece que nieva que iba sin facturar. Porque claro, tiene líquido en su interior. También hemos visto requidar algún pistolón de juguete.
París. Todas las colas que nos quitamos en Disney por ir entre semana nos las comimos, juntas, en la Torre Eiffel, donde esperamos más de dos horas. Si tenéis pensado dedicar un día a la capital y queréis subir a la torre, intentad comprar las entradas con antelación por Internet (yo miré un mes antes y estaban agotadas).
Y mucha mucha paciencia. Los padres tendemos a pensar que como estamos en Disney, los niños tienen la obligación de ser felices. Por supuesto que les hace mucha ilusión y se lo pasan pipa, pero siguen siendo los mismos niños con rabietas, mal humor cuando se cansan y manías al comer que en casa. Después de asistir a varias broncas de padres y madres en los más variados idiomas, solo recordar que no pasa nada porque durante unos pocos días no coman fruta o verdura, que también para ellos las distancias y las colas son agotadoras, y que cuando a los propios adultos se nos antojan decenas de cosas de las tiendas, para ellos resistirse a ese despliegue es más difícil aún. ¡Y a disfrutar!
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