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Un manual para ser padres, no entrenadores

La actitud respetuosa de las familias es clave para evitar la violencia en el deporte infantil

Lorenzo Cooklin, Eli Pinedo, Emilio Butragueño, Rafael Rullán, Horacio Gaggioli y Alberto Berasategui en la presentación del libro en Madrid.
Lorenzo Cooklin, Eli Pinedo, Emilio Butragueño, Rafael Rullán, Horacio Gaggioli y Alberto Berasategui en la presentación del libro en Madrid. Claudio Álvarez

En una cancha de fútbol de una liga juvenil, hace ya años, un padre gritaba a su hijo lo que tenía que hacer; otro criticaba al entrenador, convencido de que su táctica era errónea; un tercero permanecía sentado y los miraba con asombro. Este último era Emilio Butragueño, exjugador y mito del Real Madrid. "Me quedaba ahí mirando, ¡y hablaban como si ellos fueran profesionales!". El exdelantero recordó ayer la anécdota en la presentación de Manual para padres: Deporte y Valores , un libro editado por la Fundación Mutua Madrileña que pretende orientar a las familias sobre la actitud que deben tener cuando sus hijos practican algún deporte.

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Butragueño rememoró cómo su padre le acompañaba a las canchas de tierra en las que jugó hasta los 18 años. Iba a cada partido, dice, pero nunca tuvo una actitud agresiva. Ahora, El Buitre, pese a su experiencia y a que sigue en el mundo del fútbol como director de relaciones institucionales del Real Madrid, se limita a llevar a su hijo a los entrenamientos y a decirle que debe estudiar con la misma energía con la que patea balones. Sobre todo, le inculca la actitud de respeto que tanto caracterizó sus años como jugador.

Las imágenes de competiciones infantiles en que las familias se descontrolan e insultan a árbitros, a otros padres y a los niños se repiten cada vez más. Con esa preocupación, la Fundación Mutua, con la colaboración de la Fundación Deporte Joven del Consejo Superior de Deportes, decidió encargar un manual para padres y su actitud frente al deporte a Guillermo Calvo y David García, entrenadores de baloncesto y especialistas en infancia y juventud. El volumen se puede descargar gratis en la web fundacionmutua.es/Accion-Social.html.

Ambos autores se centraron en sus experiencias para guiar a las familias. Hijo, demuéstrale quién manda o El entrenador no tiene ni idea son los títulos de algunos capítulos en los que orientan hacia conductas correctas, "todas con una clave común: la comunicación", señala García. Los padres tienen derechos y deberes, y es importante que los conozcan, explica Calvo. El representante de futbolistas Horacio Gaggioli coincidió en la presentación del volumen en que hay que dejar claros desde el principio los límites para los padres. Gaggioli es conocido por uno de los fichajes infantiles más renombrados del mundo fútbol: el de Messi a los 13 años para el Barça.

Para empezar a trabajar con un chico, pone como condición que sus padres dejen la formación deportiva a los profesionales. Si un día les ve pegar gritos en un entrenamiento, les llama la atención; a la segunda, deja el proyecto. "Es absolutamente indispensable que el padre sepa que no es el entrenador; es simplemente un padre, que tiene que criar a una buena persona. Nada más" dice.

Las conductas violentas no solo ocurren en el fútbol, destacan los autores del manual, pero es el deporte más popular y todo el mundo opina sobre él. Las actitudes agresivas van de la presión psicológica de algunos padres que exigen más a los pequeños o les recriminan cualquier error a mostrarse violentos en las canchas, lo que avergüenza a los menores y los aleja del deporte. El director general de la Fundación Mutua Madrileña, Lorenzo Cooklin, contó el caso de un niño que juega al ajedrez y lo asustada que está su madre por cómo otros padres terminan gritando a los menores por mover una pieza y no otra.

El antiguo tenista Alberto Berasategui conoce varios casos de chicos que han dejado ese deporte por la presión paterna. "Yo vi a una campeona de España de tenis dejarlo porque sus padres le ponían tanta presión que no lo pudo soportar", señaló. En las escuelas del Real Madrid de baloncesto que dirige el exjugador Rafael Rullán se aplica el siguiente criterio: "Damos formación en valores a través del deporte. Estamos muy pendientes de que los padres lo entiendan así".

Para Eli Pinedo, excapitana de la selección española de balonmano y bronce en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, los padres deben pensar en que están educando a los niños con el ejemplo. Aunque les lleven a ver a su equipo en un estadio, no deben confundir pasión con violencia. Al final, remarca, "se olvidan de lo que es más importante, y más a esa edad: que los niños disfruten".

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