Un año más, Teatralia sube el telón para disfrute de toda la familia

El Señor Bu transforma un solar lleno de chatarra en un florido jardín…digital. Un jardín al que los niños son invitados a entrar para interactuar con la escenografía y los bailarines. El espacio escénico contiene una serie de sensores que se activan con las pisadas y el movimiento. Los pequeños se quedan fascinados por el mundo vegetal, el cielo de nubes, la tormenta que se despliegan ante sus ojos. Pop up garden es una obra de danza multimedia de la compañía italiana TPO, que lleva décadas creando obras en las que integra a los espectadores como parte activa de la acción.

El pasado viernes actuó en Madrid (Teatros del Canal) en la inauguración del festival de artes escénicas para niños y jóvenes Teatralia, que durante casi todo el mes de marzo estará presente en 12 teatros, salas y auditorios de Madrid, además de en teatros de otros 30 municipios de la región. Con 21 ediciones a sus espaldas, el festival se ha consolidado como referente escénico de carácter internacional al que año tras año, acuden las más prestigiosas compañías de todo el mundo que trabajan para las audiencias infantil y juvenil.

En esta edición, el festival presenta un amplio programa de 24 propuestas escénicas de disciplinas tan variadas como teatro de movimiento acrobático, títeres, lírica, teatro de texto, sin palabras, danza contemporánea, máscaras y la fusión cada vez más presente de distintos lenguajes expresivos con recursos digitales y tecnológicos. Teatro del siglo XXI para espectadores de rigurosa actualidad. El tiempo en el que el teatro para niños se consideraba una estrategia para crear futuros espectadores se ha superado. Ahora, los artistas que vocacionalmente han decidido destinar sus creaciones a los más jóvenes, trabajan para que los espectadores (tengan la edad que tengan) disfruten del arte escénico y puedan vivir con plenitud la experiencia estética y lúdica de lo artístico. Si esa vivencia de infancia les convierte de adultos, en espectadores es un valor añadido pero no el objetivo principal.

Compañías como Le Carrousel (Canadá), Puppet Theatre Ostrava (República Checa), Dana Rutteberg Dance Group (Israel) o Cas Public (Canadá) por citar solo algunas demuestran que el teatro de alta calidad ni tiene edad ni fronteras. Desde los bebés de 3 meses (A gruta da Garganta, de La Casa Incierta) hasta los mayores de 14 años (Nada, de Ultramarinos de Lucas) tienen cabida en Teatralia. El único requisito es que los adultos acompañantes, sean padres, abuelos o profesores (hay muchas funciones para grupos escolares) elijan bien la obra en función de la edad recomendada y el interés de los pequeños, y para eso lo más útil es consultar la web.

Los títulos clásicos siempre son fuente de inspiración vigente. Desde Hansel y Gretel (que Le Carrousel convierte en Gretel y Hansel) a Moby Dick (de Gorakada Teatro) están presentes. Romeo y Julieta sirve de base a dos espectáculos del programa; Romeo y Julieta de bolsillo, de Compañía Criolla, una disparatada comedia sobre la tragedia shakesperiana y Symphonie Dramatique, una delicada obra coreográfica con 8 bailarines en escena. Una obra cumbre del Siglo de Oro español también cobra actualidad con la versión de las compañías Tropos y La Tirita titulada Y los sueños, sueños son. La Alice de Lewis Carroll subyace en la obra de teatro-danza Alicia, de El Retablo y en Maravilla en el país de las miserias, de Attikus Teatro.

La artesanía del milenario teatro de títeres podrá apreciarse en El zapatero y los duendes, del grupo colombiano Manicomio de Muñecos y las canciones de corro, las adivinanzas y las retahílas de los tradicionales juegos infantiles dan lugar, por obra de la artista Eugenia Manzanera a una divertidísima propuesta que encandila por igual a padres, abuelos y nietos.

El telón se ha abierto para todos.