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Porque lo digo yo
Columna
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‘Pabennos matao’

Hay ya demasiada gente que tiene miedo al avión para que encima vengas Harrison Ford en plan peligro inminente sobre nuestras cabezas

Harrison Ford en 1978.
Harrison Ford en 1978.cordon press

Harrison, no vuelvas a coger la avioneta, por favor. Hazlo por tus fans, y por los más de cien pasajeros de ese Boeing al que pasaste raspando con el tren de aterrizaje; en serio, pabennos matao. Te la has pegado varias veces. Que estás tentando a la suerte con demasiada insistencia. Y solo los gatos tienen siete vidas. Hay ya demasiada gente que tiene miedo al avión para que encima vengas tú en plan peligro inminente sobre nuestras cabezas.

Queremos recordarte como el único e inconfundible Indiana Jones, en fuga, delante de la bola de En busca del arca perdida, y tomando chupitos con Margot Kidder, hasta caer rendido. Si te empeñas, podemos recordarte en plan piloto, pero del Halcón Milenario, y con Chewbacca de copiloto, deja tranquila a Calista Flockhart como Ally McBeal. Incluso, si no puedes evitarlo, estrella avionetas de vez en cuando, pero en el cine, como en Seis días y siete noches. Fíjate en las envidias que despertó Anne Heche, confinada contigo en una isla desierta, y eso que ella pasaba de ti. Estrella lo que quieras, pero con especialista de por medio.

Harrison, no es broma, te lo pedimos por tu bien. Y por el nuestro. A las turbulencias, los pájaros que se enredan en los motores, los terroristas internacionales, los errores humanos, los misiles de procedencia desconocida, los que se quitan los zapatos en el asiento de al lado y el triángulo de las Bermudas no tienes porqué sumarte tú, peligro andante o, más bien, volante.

Harrison, siempre serás Han Solo, pero el tiempo pasa. Y Aterriza como puedas, perdona que te lo recordemos, era de Leslie Nielsen.

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