Arriba el cuerpo (desnudo)
No al ‘body shaming’, y sí al 'body' y los escotes, al revés
No al ‘body shaming’. Otro neologismo que tenemos que aprender: el body shaming consiste en avergonzar a alguien por su cuerpo. Pero donde unos ven body shaming otros ven oportunidad. La reina del anti body shaming es Lena Dunham, de vuelta esta semana con la última temporada de la serie Girls. Más la criticaban por sus formas, más pasaba del tema, y más salía en pelota picada (a veces, francamente, sin demasiada necesidad). También Lady Gaga le ha dado la vuelta al tema: ha conseguido que Stefano Gabbana se tragara sus body shaming, sus comentarios sobre ella. Hay que contar hasta 10 antes de dar a send.
Sí al ‘body’. Que se llevan los cuerpos, no hay duda. Y desnudos, también. En estos tiempos de porno en Internet, un buen día no muy lejano Playboy decidió que se acabaron las chicas desnudas en sus páginas. Que ahora sí, que iban a vender la revista por sus artículos. Pues no. La revista vuelve a los cuerpos femeninos bellos y, eso sí, desnudos, mucho más recatados que los antiguos desplegables —en todos los sentidos— en el próximo número de marzo-abril.
Y a los escotes del revés. De los derrières y las poitrines de Playboy, a los de la Semana de la Moda de Nueva York, donde se ha confirmado una tendencia al alza: el seno semidesnudo o, para entendernos, el escote del revés. En vez de descubrirse la parte superior del pecho, lo que queda al aire es la parte de abajo. La idea es que la camiseta o top se corte a media teta, para entendernos. Por razones obvias relacionadas con la ley de la gravedad, esta tendencia solo es factible cuando a) la talla de contorno de pecho es inferior a una 80B, b) la modelo no tiene más de 20 años y c) pasa sin dificultad la imposible prueba del lápiz. En resumen, otra moda que no vamos a seguir.
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