Niños soldado
El pasado domingo se conmemoró el Día Internacional contra el uso de Niños Soldado, sin duda los grandes olvidados. La crueldad con la infancia siempre sorprende. Veo el cuerpo pequeño y frágil de un niño, sus ojos llenos de inocencia y de curiosidad, su voz dulce, su confianza a pesar del peligro, y no entiendo cómo puede ser el arma de quien levanta la mano para golpear. Leo testimonios y la técnica es siempre la misma: embrutecer, automatizar, insensibilizar a través de la violencia, de la tortura. Niños secuestrados de camino al colegio que son llevados a campamentos y sometidos, dominados con el miedo como arma. Cuando ya llevan tiempo allí, golpeados, hambrientos, obligados a entrenarse durante horas, durmiendo a la intemperie en el suelo; cuando les han demostrado que si intentan escapar les matarán, entonces les envían a luchar. Los ponen en primera línea, mientras los adultos se protegen detrás, y al que intenta escapar le matan allí mismo.
No olvidemos nunca a esos miles de niños soldado que aún están atrapados en la pesadilla. Las organizaciones Save the Children y Unicef publican escalofriantes testimonios.— Luisa María Vázquez Velez. Gavà (Barcelona).
