Polaroids y famosos: seis décadas de estilo y arte pop

Uno de los últimos proyectos que Franca Sozzani dirigió para Vogue Italia antes de morir fue el llamado número de las polaroids, ejemplar que sale ahora a la venta con Madonna en portada retratada por Steven Klein con estas fotografías instantáneas. Sozzani falleció a los 66 años el pasado diciembre, y este lunes la reina del pop la volvía a homenajear en su cuenta de Instagram recordando “su apoyo a las mujeres independientes que asumen riesgos”. No es casualidad que una de las personalidades más influyentes de la indsutria de la moda y directora durante tres décadas de una de las revistas más prestigiosas dejase encarrilado este número mientras afrontaba la fase final de su enfermedad. El retrato con polaroids fue elevado a la categoría de arte de la mano de Andy Warhol a finales de los años cincuenta, y, desde entonces, ha sido rescatado periódicamente por los referentes de la fotografía de moda y ha seducido a las celebridades más importantes de las últimas seis décadas.

Era cuestión de tiempo que se homenajease al formato que popularizó el hombre que se adelantó a la era de Instagram 50 años antes de la aparición de las redes sociales. Andy Warhol nunca se separaba de su cámara Polaroid, y durante toda su vida predijo la frivolidad y el hedonismo de la época actual e hizo cientos de fotografías, como el que hoy se hace selfies con su teléfono móvil. “Una foto significa que puedo recordar donde estaba en cada momento. Por eso hago fotos, es un diario visual”, decía el artista. Además de sus recuerdos, retrató a las mayores celebridades del cine, la música, la moda o el deporte. Mick Jagger, Alfred Hitchcock, Jack Nicholson, Yves Saint Laurent, Debbie Harry, Grace Jones y Pelé, entre ellos.

Aunque el formato polaroid desapareció como tal en 2008 tras el triunfo de la fotografía digital, varias compañías siguen fabricando papel para aquellas cámaras, y una de estas empresas alberga desde hace años un proyecto en Internet titulado A Polaroid Story, donde fotógrafos y creadores de todo tipo suben sus álbumes de polas. Entre ellos destaca el de Terry Richardson, el provocador fotógrafo de moda y uno de los más influyentes de la última década. Como Warhol, Richardson ha retratado a los famosos más grandes de su tiempo con su Polaroid. Pharrel Williams, Amy Winehouse, Justin Timberlake, James Franco, Joaquin Phoenix, Beyoncé, y, su gran musa, Lady Gaga.

Richardson ha hecho campañas para firmas como Yves Saint Laurent y ha trabajado para las principales revistas de moda, entre ellas Vogue. Para la edición italiana de la publicación, le toma el testigo con las polaroids Steven Klein, que también ha dado las gracias a Franca Sozzani y a Madonna por el resultado del proyecto, reconociendo que tiene “una debilidad por la belleza, los cerebros y el talento” de mujeres como ellas. Una de las señas de identidad de estas fotos es que el resultado de las imágenes parece más real, menos retocado. Madonna también luce así en la portada de Vogue, aunque lejos de lo que opinaba Warhol sobre los “arreglos” en los selfies hace 50 años ("Cuando hice mi autorretrato, dejé en él todas mis espinillas. No se deben omitir las manchas, son parte de la buena imagen”). En cuestión de defectos, el rey del pop art no fue del todo visionario y, menos aún, en lo que respecta a una diva como Madonna.