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Cinco formas (tecnológicas) de plantar cara al cáncer de piel

'Apps', pulseras medidoras, teledermatología e inteligencia artificial ayudan a la medicina a combatir el cáncer cutáneo

getty images
Ana Alfageme

El órgano más extenso que tenemos resulta uno de los más amenazados. La piel nos cubre y defiende -sin ella moriríamos- y al tiempo es frágil, asediada por la radiación, el paso del tiempo y los tóxicos habituales. Uno de cada tres cánceres que se diagnostican en el mundo es cutáneo, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Las cifras absolutas ilustran la magnitud: entre dos y tres millones de tumores malignos de piel se detectan cada año, además de 132.000 melanomas, la variedad más agresiva. La tecnología emerge como aliada para el diagnóstico precoz (crucial para el pronóstico) y para distinguir lesiones banales de otras potencialmente peligrosas. A continuación contamos cómo la innovación digital mejora tu piel.

 1. Con inteligencia artificial. La prestigiosa revista Nature publicó la semana pasada un estudio en el que un algoritmo diagnosticaba el cáncer de piel de forma similar a 21 dermatólogos. Un equipo de la Universidad de Stanford entrenó con aprendizaje profundo a un ordenador enseñándole 130.000 imágenes cutáneas. El sistema logró dilucidar qué lesiones eran benignas y cuáles malignas mejor que los especialistas. "Los algoritmos superaron a los dermatólogos en las tres pruebas que hicimos", explica uno de los firmantes del estudio, Roberto A. Novoa, profesor asociado de los departamentos de Dermatología y Anatomía Patológica de la Universidad de Stanford.

"La belleza del aprendizaje profundo es que no tenemos que enseñar a los algoritmos a fijarse en determinadas facetas de las imágenes, aprenden por si mismos lo que es importante y lo que no mediante la visualización de cientos de miles de fotografías", añade Novoa. "Primero comenzamos por entrenar a los algoritmos con más de un millón de imágenes de objetos cotidianos y animales para mejorar su detección de formas y contornos. Después recopilamos una base de datos de más de 129.000 fotografías dermatológicas de 2.000 enfermedades distintas procedentes de Internet y la Universidad de Stanford. Comparamos el rendimiento de los algoritmos frente a al de 21 dermatólogos ante un set de imágenes de cáncer de piel y lesiones benignas diagnosticados por biopsia".

"La inteligencia artificial aplicada a la visualización de imágenes es una herramienta más, da apoyo, facilita el diagnóstico”, observa Sergio Vañó, dermatólogo y presidente de la Asociación de Investigadores en e-Salud, “pero no es un sustituto del médico. Resulta utilísimo para hacer el cribado de una lesión sospechosa. Pero la prueba de oro es la biopsia”.

"El hallazgo tiene muchísimo potencial", cuenta Novoa por teléfono. Y prosigue: "Este es un momento estupendo para la dermatología, Lejos de reemplazar a los dermatólogos, esta tecnología les hará más efectivos. Una analogía útil es la del papel de la imagen en neurología. Hace 60 años no podíamos visualizar el cerebro de los pacientes vivos y la localización de las lesiones a través de la exploración física implicaba la mayor parte de la práctica clínica. La introducción de mejores técnicas de imagen ha permitido mejoras en el diagnóstico, monitorización y tratamiento, pero no ha eliminado la necesidad de neurólogos o el examen neurológico".

2. Evitándote la visita al dermatólogo. Como la imagen es tan importante en dermatología, la observación a distancia que se obtiene con una foto digital tiene un gran valor. Las primeras publicaciones científicas de la llamada teledermatología se remontan a 1995. En estas dos décadas ha mostrado su eficacia.  “Reduce costes, esperas, tiempo de desplazamiento y el número de derivaciones al especialista innecesarias”, certifica una revisión de estudios publicada en 2016. Pero apenas se dispone de estos servicios, según datos de la OMS: solo en el 16% de los países del mundo. No es el caso de España, como apunta Guillermo Romero, jefe de servicio de Dermatología del Hospital Universitario de Ciudad Real. "La teledermatología es un área emergente. En apenas cinco años (de 2008 a 2014) y en plena crisis se ha pasado de 21 centros hospitalarios a 69 en los que este servicio está disponible". Incluso, señala el médico, también coordinador del Grupo español de e-Dermatología e Imagen de la Asociación Española de Dermatología y Venereología, en algunas áreas se supera a Holanda, que es un país puntero en el mundo, donde todos los pacientes tienen acceso a la teledermatología..

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Romero es un pionero. En el sistema público de salud de Castilla-La Mancha, el envío de imágenes de enfermedades cutáneas a través de una plataforma informática, lo que se denomina Teledermatología de Almacenamiento, comenzó a gestarse en 2002. “Actualmente en Sescam cualquier médico de familia puede subir la foto de la lesión, que se codifica y se incluye en el informe del paciente. Los dermatólogos contestamos de media en tres o cuatro días”, explica Romero,  En su hospital, el servicio de teledermatología, llamado Dercam, ha cumplido 10 años de uso. A la mitad de los enfermos se les evita la visita presencial al dermatólogo.

Su colega Sergio Vañó dirigió en 2009 una prueba piloto en una zona de Madrid (la perteneciente al hospital Ramón y Cajal) con 100 pacientes de la sanidad pública. “Los médicos de cabecera hacían fotos de las lesiones con el móvil a través de una app y la enviaban al especialista. Tardaban exactamente 58 segundos en que nos llegasen”, explica Vañó. Se comparó la eficacia de esta práctica con la de la consulta presencial habitual. La conclusión del experimento, publicado en Actas Dermo-Sifiliográficas, fue que la teledermatología resultó de “elevada validez diagnóstica” sobre todo en dolencias infecciosas, y útil en el manejo y diagnóstico a distancia de pacientes. “Evitaría el 40% de las derivaciones al dermatólogo”, sostienen los investigadores. La app, denominada Telederma, fue premiada.  “Esa práctica es importante por el ahorro de costes, desplazamientos e incluso por la posibilidad de adelantar la cita con el dermatólogo en caso de urgencia”, añade el médico. Pero en la actualidad este servicio no está disponible,

3. Autoexplorándote. El móvil ha resultado de gran utilidad en dermatología, precisamente por la facilidad de tomar imágenes cada vez de mayor calidad. Vañó ha desarrollado, aparte de Telederma, otra aplicación en colaboración con su equipo del Hospital Ramón y Cajal de Madrid. “Yo receto la app a los pacientes, además del protector solar: “Se van haciendo fotos cada cierto tiempo a los lunares para ver su evolución, y para enseñárselas luego al dermatólogo”. FotoSkin es gratuita, se lanzó en 2014 y desde entonces se ha descargado 110.000 veces. Materializa el valor, científicamente probado, del autoexamen, que permite detectar precozmente el melanoma, el tumor más raro pero más temible. Incorpora instrucciones para hacer fotos a la distancia adecuado, tests para averiguar qué tipo de piel se tiene y consejos médicos.

 4. Chateando con el especialista a 5.000 kilómetros de distancia. La última plataforma que han desarrollado Vañó y sus colegas funciona desde finales de 2016 y sirve para que cooperantes o personal sanitario desde cualquier lugar del mundo envíen imágenes e información a los dermatólogos de la Fundación Piel Sana en España. Se llama Dermassistance, ya registra más de 1.000 descargas y permite mantener chats entre el cooperante y el especialista. Cincuenta dermatólogos y 20 ONG ya trabajan juntos. “Es muy útil en lugares, como Tanzania, en los que una persona puede tardar tres días en llegar a ver a un especialista”, observa Vañó.

5. Impidiendo que tomes el sol más de lo que debes. La innovación más reciente se lleva encima de la piel. Varios dispositivos, desde brazaletes hasta botones que se sujetan con un clip a la ropa, registran la radiación ultravioleta a la que estamos expuestos a lo largo del día y se comunican con el móvil. Lanzan alertas para volver a aplicarse el protector solar o para marcharse de la playa. Incluso dan cuenta de la vitamina D absorbida.

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Sobre la firma

Ana Alfageme
Es reportera de El País Semanal. Sus intereses profesionales giran en torno a los derechos sociales, la salud, el feminismo y la cultura. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactora jefa de Madrid, Proyectos Especiales y Redes Sociales. Ejerció como médica antes de ingresar en el Máster de Periodismo de la UAM y EL PAÍS.

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