Intercambiar oficios
Puede que no, pero seguramente si la carnicera de la tienda en la que suelo comprar decidiese un día cambiar de oficio y dedicarse a podar setos, lo haría bastante mal. El ejemplo puede extrapolarse a otros casos, como al de un publicista y un periodista. ¿Qué pasaría si estos intercambiasen sus labores? En el programa de televisión que conduce Risto Mejide pudimos contemplar el ejemplo. Un publicista realizando una entrevista. Un publicista que no ha aprendido correctamente cómo se debe tratar a un entrevistado. Puede que al no haber cursado la carrera de Periodismo obviase nociones tan simples y básicas como el respeto al turno de palabra, la amabilidad, la empatía o la propia consideración con el entrevistado.— Celia Arcos Torres. Sevilla.