¿Ramen o baos? Esto es lo que debes pedir para hacerte el entendido
Bienvenido al mercado de valores gastronómico. Aquí sabrás qué devorar, qué evitar y qué quedará bien en tu Instagram
AL ALZA
1. Restaurantes de la vieja escuela
Entre tanto restaurante hecho a medida para sorprender a tus seguidores en Instagram con su cuidado interiorismo y perfectos suelos hidráulicos, los buenos restaurantes de la vieja escuela han empezado a recuperar su poderío. Y menos mal. Caripén en Madrid, El Vaso de Oro en Barcelona, Jaylu en Sevilla o Miguel Ángel en Valladolid son solo algunos de los sitios a los que volverás una y otra vez. Porque, más vale viejo conocido…
2. Jerez
Toca refinar olfatos, tunear paladares y cambiar el chip en lo que se refiere al mundo del vino. Atrás quedaron los días en los que cenabas con un Rioja o Ribera de toda la vida de Dios para dejar paso a los vinos de Jerez como los misteriosos palos cortados, potentes amontillados y admirables olorosos. Sí, hay vida más allá del rebujito.
3.Tartas de queso
Las tartas y flanes de queso han pasado de ser un postre casero y cotidiano a convertirse en el reclamo para visitar ciertos restaurantes que lo bordan de maneras insospechables (ojo a Bistronomika, Fismuler y La Primera en Madrid). ¿Tendencia pasajera? Probablemente, pero todavía no vemos cerca a su fin.
SE MANTIENEN
4. Specialty Coffee
Pensabais que los baristas iban a desaparecer. Pensabais mal. La nueva era del café ha demostrado que apostar por la calidad y la trazabilidad de los granos de café que van a tu taza bien vale la pena. Lo mismo con esos jóvenes excéntricos y obsesionados con su profesión que ponen todo su empeño por servirte el mejor café de tu vida.
5. Ramen
Lo habéis probado, lo habéis disfrutado y ahora no os podría importar menos si han abierto otro sitio de ramen en vuestro barrio. Aun así, el ramen es un plato con tanto fundamento, fuerza y cuidada elaboración que ha logrado hacerse con puesto fijo en nuestros antojos.
6. Conservas
El boom del vermut ha hecho que la hora del aperitivo apueste fuerte por el mundo de las conservas. Ya sea directamente de la lata o en preparaciones más elaboradas, los mejillones en escabeche, los encurtidos, las bombas, los cohetes y los lagartos se han convertido en el mejor amigo del medio día y de una bolsa de patatas chip.
A LA BAJA
7. Mercados gastronómicos
La fusión de los mercados de abastos con la hostelería es una forma positiva de impulsar negocios, pero ya resulta imposible encontrar un mercado dedicado solo a la venta de víveres. Hacer la compra con el chándal puesto y el carrito a cuestas es para abastecer el frigo, no para toparse con cuatro modernos con sus galas de sábado poniéndose finos a botellines en los pasillos del mercado. Hombre ya.
8. Baos
Están buenísimos, sí. Quedan de muerte en vuestras redes sociales, de eso no hay duda. Pero, por favor, que alguien empiece a ponerse creativo y elabore una carta de restaurante sin necesidad de recurrir a estos bocadillos para atraer clientes. Una panceta más dentro de un bollo con salsa Hoisin y es probable que el mundo implosione.
9. Zumos detox
No es porque sea invierno, ni porque la temporada de bikinis aún no asome. La caída de la popularidad de los zumos detox era de esperarse por la tortura que su consumo representa al ser humano, privándolo de alimentos sólidos y de sabor. Puede que después de beberlos te sientas más limpio y ligero, pero espera a que des tu primer bocado y verás como tu cuerpo recupera los líquidos perdidos en 72 horas. Así que, ¿para que molestarse con ellos?
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