Accidente del Yak-42
Lo que tendría que haber dado lugar a una dimisión de Federico Trillo (o, casi mejor, destitución inmediata por parte del Gobierno ante el informe del Consejo de Estado sobre su responsabilidad en el accidente del Yak-42) se ha convertido en una salida honrosa de la embajada de Reino Unido “por propia iniciativa” con reincorporación al organismo que le ha “condenado”. Y encima, el Gobierno “le agradece los servicios prestados”. ¿Es una broma?— Concha Baquera. Lauderdale (EE UU).
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